La historia de un rebelde Punk que acabó consagrándose a Dios por un disco de Patti Smith

Massimo Granieri era un apasionado de la música punk, pero una cita de la Biblia en un disco de Patti SMith, le llevó a conocer a Dios

Pedro Nnang

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La música sigue formando parte de su vida, pues fue el camino que le condució al descubrimiento de su vocación. Massimo Granieri era un fanático del punk, hasta que leyó una cita de la Biblia en el sitio menos esperado... un disco de Patti Smith. Ahora es un religioso pasionista con una historia de conversión muy poco común.

Desde pequeño se enamoró de la rebeldía de la música de The Clash y Sex Pistols. Reconoce en una entrevista en Religión en libertad que “en el Punk vi encarnado el deseo de ser inconformista no someterme a reglas establecidas, tanto familiares como sociales”. Una forma de vida que al final adoptó y que le acompañó hasta los 20 años.

El cantante y poeta estadounidense Patti Smith, le cambiaría la vida a través de su música como bien relata Massimo: “una tarde salí de mi trabajo como tutor en un hogar para pacientes psiquiátricos y, en mi camino a casa compré un disco de Patti Smith”. Aegura que lo que le atrajo del disco es porque “tenía una tapa rota. Al escucharlo, inmediatamente se movió algo en mí”-asegura. “Fue amor a primera vista. En la portada vi citas así que decidí entrar en un convento franciscano que estaba cerca de mi casa”. Movido por la curiosidad de las citas, Massimo asegura preguntarle al fraile: “¿A qué libro pertenecían las citas? Y él, no sin asombro, me indicó que a las cartas de San Pablo”.

Conversión de un rockero

De esta manera empieza la conversión de Granieri, suscitado por el amor a la música y la curiosidad de las citas bíblicas. Situación que le llevó a discernir una posible vocación, algo casi improbable en la vida de un Punk.

Otros de los matices que también hicieron mella en la vida del ahora religioso pasionista como recoge Camino Católico es cuando “un sacerdote de mi pueblo, Bosingnano (Cosenza), que me encontré por casualidad en una plaza, me pidió que le acompañara a en un viaje a Roma y Nápoles. En Roma incluso entré en un seminario, pero fue en Nápoles en al iglesia de Santa Clara durante una misa en la que participé por casualidad”. Massimo afirma que “fue como cuando se abre el telón en el teatro. Tan pronto como el sacerdote hizo la señal de la cruz y comenzó la misa, me sentí dentro de un mondo que se movía, y cuando en la consagración eucarística levantó la Hostia, supe que Jesús estaba presente, de vuelta a casa , ya no era el mismo”.

Graniere vive ahora en Calabriadonde comenzó si discernimiento más serio, aunque desde un principio “no me lo que quería creer los primeros dos años”. Asegura que trató de evitarlo, “cerrar la cortina”. Pero más tarde encontró la respuesta en un libro: “Leí la biografía de San Pablo de la Cruz, el fundador de los pasionistas”, y mientras “iba por la pagina 71, dije: 'este es el camino'”. Camino que le llevó finalmente al santuario de la Madonna della Catena en Laurignano, donde hoy en día Massimo Granieri forma parte de la gran familia de sacerdotes pasionistas.

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