La hermana Isabel, seis años en la selva tropical de Camerún: "Ser misionera es estar siempre en marcha"

Trabaja como médico en un Centro de Salud y cada día se encuentra con muchas cosas: "Vida y muerte, alegría y dolor, salud y enfermedad..."

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La hermana Isabel Fernández, Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, lleva seis años en Bikop, un pueblo muy pequeño de la selva tropical de Camerún, y desde allí ha enviado un vídeomensaje para el Día del DOMUND.

Desde allí cuenta su experiencia de misionera: “Desde que era pequeña siempre he tenido como el deseo de salir de mi tierra, de conocer otra cultura, de llevar este deseo de que otros conozcan a Jesús, que para mí es lo que me da la vida, el sentido de mi vida”.

Asimismo, Isabel ha admitido que nunca podía imaginar “el salir tan lejos y el poder estar aquí, viviendo el día a día de una persona camerunesa en mitad de esta selva tropical. Me siento una persona muy afortunada. Es algo que agradezco a Dios cada día porque siento que es Él que me ha traído aquí y me ha dado la posibilidad de compartir mi vida, lo que tengo y lo que soy con las personas con las que aquí me encuentro”.



Isabel está trabajando como médico en un Centro de Salud y como se puede imaginar cada día se encuentra con muchas cosas muy diferentes y opuestas: “Con la vida y con la muerte, con la alegría y con el dolor, con la salud y con la enfermedad. En medio de todo esto, que puede parecer muy caótico, encuentro a Dios presente, que me anima, que me acompaña y me sostiene”.

Para Isabel, ser misionera significa tres cosas. En primer lugar, “poder compartir a Jesús, poder llevarle con mi día a día sin muchas palabras, simplemente con lo que aquí hacemos de manera muy sencilla, sin muchos heroísmos, sin cosas extraordinarias, porque no hacemos grandes cosas o y no salvamos nada, pero simplemente la posibilidad de estar aquí y de hacerle presente es eso para mí ser misionera”.

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En segundo lugar, ser misionera es “compartir mi pequeñez: el día a día corriente con las personas con las que convivo, con la comunidad, con las personas del pueblo, con los enfermos que vienen al hospital y el poderme darme cuenta de que todos tenemos la misma dignidad y que somos hijos y hermanos de un mismo Dios”.

Por último, y no menos importante, “es estar siempre en salida, en marcha, caminando donde Dios me lleve. Pues quizás hoy aquí en Camerún, mañana pues no se sabe. Pero es estar siempre en itinerancia, buscándole a Él”.

Al final del vídeo, Isabel no ha querido perder la oportunidad de lanzar una invitación para todos aquellos que algunas se han planteado salir de la tierra de origen, conocer otra cultura y acoger la diversidad: “Si el Señor te llama y te envía pues no dejes de responderle porque os aseguro que merece la pena”.

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