Fernando Vidal, autor de 'Educar con Julio Verne': "Una ciencia prestada al poder destruirá al hombre"

El director del Instituto Universitario de la Familia de Comillas ha presentado este miércoles su libro en un coloquio con el crítico literario Fernando Bonete

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Fernando Vidal, director del Instituto Universitario de la Familia de Comillas, ha presentado este miércoles, en el espacio O_Lumen de Madrid, su libro ‘Educar con Julio Verne’ (PPC Editorial) en un coloquio con el crítico literario Fernando Bonete moderado por la periodista de Ábside Media, Irene Pozo.

Entrevistado por ECCLESIA, el autor resume en pocas palabras el objetivo de este manual en el que redescubre desde un punto de vista pedagógico al creador. El más célebre literato francés de la historia continúa haciéndonos recorrer los límites exteriores del mundo mientras nos descubre el íntimo interior de lo que significa ser humano. Y todo sin dejar de hacernos jugar en sus míticas aventuras.



'Educar con Julio Verne', ¿cuál es el gran objetivo de este libro?

El libro desentraña el auténtico Julio Verne, un Julio Verne que va mucho más allá de las aventuras, mucho más allá de esa visión superficial que a veces tenemos de él, de mero inventor de máquinas, para mostrarnos un Verne que tiene una propuesta mucho más de fondo, humanista, de una fuerte critica a su momento y que puede ser útil hoy también por el entusiasmo y la euforia que generan las tecnologías igual que en el momento que él escribía.

Por lo tanto, nos avisa y nos advierte que es necesario conservar las dimensiones del misterio, de la fraternidad, de la humanización.

Si tuvieras que presentarle un personaje de Julio Verne a un adolescente de hoy que está lleno de series y de películas, ¿cuál sería?

Yo creo que 'Un capitán de 15 años' que es un libro que el propio Julio Verne escribió para su hijo Michel que tenía serios problemas, es un buen ejemplo de como un chaval de 15 años tiene que hacerse cargo de un barco, liderar una familia para salvarla y enfrentarse a los problemas del mundo.

Frente a una sociedad que hace que te distraigas con cosas superficiales y que te encierra dentro de videojuegos o un mundo claustrofóbico, pues Julio Verne nos muestra un chaval que se abre y que recorre medio mundo, que se enfrenta a los grandes problemas de su época y que a fin de cuentas debate con la vida y la muerte, el bien y el mal, juega en serio a ser una persona completa y ofrece un horizonte de desarrollo espectacular. Yo creo que 'Un capitán de 15 años' es lo que todos hemos querido ser a los 15 años.



Fraternidad y amistad son dos temas clave de Julio Verne y se acercan a la encíclica 'Fratelli Tutti' de Papa Francisco, ¿puede haber una conexión entre estas obras?

Sin duda, porque Julio Verne era un bretón católico, un hombre profundamente experimentado en el ámbito de la familia, vivió una amistad y una fraternidad con su hermano Paul que fue lo más importante de su vida.

Esa experiencia de fraternidad tan profunda desde que eran niños hasta el final de su vida, con una relación muy intensa y muy cómplice, evidentemente es lo que está en su visión del mundo, alegre, confiada, en la que él cree que frente a las enormes dificultades que existen por parte del dominio de los imperios, de un capitalismo voraz, lo que hay que hacer es re-fraternizar el mundo.

Es verdad que las colisiones entre Julio Verne y 'Fratelli Tutti' son fuertes porque al final todo lo que busca el bien del mundo pasa por el camino de la fraternidad.

¿Estaba Dios presente en las obras de Julio Verne?

Sí continuamente. Él nos habla de un mundo complicado, el 40% de los personajes principales de Julio Verne son huérfanos. Por tanto, nos habla de un hombre arrojado al mundo, a situaciones complicadas, de explotación, de extinción de las especies, de des-humanización, pero siempre nos habla de un hombre que debe estar confiado, una persona que tiene que tener esperanza, que inicia la aventura con la confianza que siempre hay un Dios provisor que va a salvarles al final.

Verne sí está continuamente haciendo intervenir explícitamente a un Dios providencia que cuida de los seres humanos. En su primera novela, '5 semanas en un globo', muestra claramente cuál es el perfil del religioso, en este caso un lazarista que entregó la vida a los demás, pobre, sabio, y eso era lo que admiró en el clero durante toda su vida.

Ante una reforma educativa que arrincona la filosofía y reduce el repaso a la historia, ¿Es una misión imposible acercar a las nuevas generaciones enganchadas al manga o a lo audiovisual, a cualquiera de las obras de Verne?

Yo creo que hay esperanza porque Julio Verne está omnipresente, ha creado una mitología tan profunda y además no ajena al mundo de la ciencia y de la tecnología.

Lo que hace él es recoger una visión positiva de la ciencia diciendo que tiene que ser humanizada, una ciencia prestada al poder acabará destruyendo al hombre. Vive y experimente con una gran normalidad la relación ciencia-fe y, por otra parte, lo lleva a que sus máquinas, inventos, mitos de lugares y personajes están muy dentro de nuestra cultura. Los chavales conectan enseguida con la mitología y las aventuras de Julio Verne.

Y, por otra parte, creo que hay una gran llamada porque vivimos en una situación parecida a la de Julio Verne: un capitalismo excesivamente depredador, situaciones de explotación en el mundo, el peligro de la sostenibilidad en el planeta y eso nos conecta con Julio Verne.



¿Qué libro le regalarías a un joven?

Yo creo que 'La Vuelta al mundo en 80 días' es un gran libro porque al final Phileas Fogg representa a la sociedad, un hombre-reloj, un hombre que ha sido mecanizado, que antes era un mercante, marino, había hecho fortuna, pero con el tiempo la vida le fue cristalizando y vive encerrado en sí mismo.

Lo que vemos en esta novela es un libro de conversión como el amor y la aventura le va poco a poco tirando de él hasta sacar al Fogg profundo que tiene en sí mismo. Es una novela muy entretenida, con personajes muy dispares, y que es apasionante. Sigue siendo algo que todo chaval quiere hacer, dar la vuelta al mundo en 80 días.

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