Los familiares de las monjas mayores de Belorado, preocupados por su estado de salud: “Pensé que la mataban”

No han podido ponerse en contacto con sus familiares tras el temerario traslado a Orduña. Ante esta situación rompen su silencio en COPE y denuncian el trato recibido por parte de las monjas cismáticas

Álvaro Sáez

Publicado el - Actualizado

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Las familias de las 5 monjas mayores de la comunidad monástica de Belorado siguen preocupadas por su estado de salud. Esas cinco personas (de entre 80 y 100 años y en gran estado de dependencia) que no participaron en el cisma, son las que constituyen realmente la comunidad religiosa de Belorado. No obstante, actualmente no se encuentran allí, sino en el enclave de Orduña. Tal y como ha podido saber COPE, el pasado domingo 27 de julio tuvo lugar ese temerario e imprudente traslado que, además, ocultaron a la justicia en días posteriores.

Dicho movimiento se produjo por la noche para evitar ser vistas, en un medio de transporte no adaptado para el trayecto y sin avisar a ningún miembro de sus familias. Ahora, ante esta situación, han roto su silencio para expresar su preocupación.

Los familiares, perplejos ante la imprudente decisión de exclarisas

Jaime es sobrino de Sor Pureza, una de las cinco monjas mayores de la comunidad monástica de Belorado. Tal y como ha contado a COPE, ella se encuentra en una situación de gran vulnerabilidad: "está en silla de ruedas, no tiene capacidad de expresarse, lo que viene a ser una demencia senil". De hecho, Jaime añade que su tía “a veces nos conocía, a veces no”.

Ricardo Ordóñez

Vista en el juicio verbal de desahucio de las exmonjas del monasterio de Belorado (Burgos)

Este trayecto, los 100 kilómetros que separan los monasterios de Belorado y Orduña, los percibió como una amenaza clara para su vida. "Pensé, 'Dios mío, la matan en el trayecto'", asegura Jaime poniendo el acento en que su tía, Sor Pureza es "una persona muy delicada". Una situación tan peligrosa que no logra entender cómo "se les había pasado por la cabeza".

Continúan las contradicciones de las monjas cismáticas

De hecho, tal y como cuenta a COPE, la delicada condición de su tía siempre había sido utilizada como excusa por las cismáticas para impedir que la familia se la llevara del monasterio de Belorado. "Siempre nos han dicho que en las condiciones que estaba era imposible y no nos la podíamos llevar", asegura Jaime que, incluso, revela que en una conversación le dijeron de manera "tan bruta" que "si me la llevaba la mataba".

Ricardo Ordóñez

Vista en el juicio verbal de desahucio de las exmonjas del monasterio de Belorado (Burgos)

Durante estos días, Jaime también ha comprobado que, en Orduña, las monjas mayores estaban "solas con otra cuidadora", sin el acompañamiento de las exmonjas cismáticas. Tanto es así que las exclarisas únicamente acudieron a Orduña el pasado 1 de agosto y no fue para acompañar a las mayores, sino para impedir que una comisión formada por la Guardia Civil, el delegado del Comisario Pontificio y religiosas de Federación de Clarisas encontraran a las cinco hermanas mayores y llevaran a cabo las medidas cautelares que dictó el Juzgado de Briviesca. O lo que es lo mismo, cumplir con el auto de la Fiscalía de Mayores y Discapacidad, que ordenaba el traslado de estas personas, a un convento bajo la tutela del Comisario Pontificio y de la orden franciscana, con el desconcierto que esta decisión generó en las cismáticas viendo acercarse el desahucio.

"Necesito que salga de ahí y pueda vivir su vida y su vocación"

Jaime quiere asegurar que su tía “continúe con una vida que ella había elegido, no con la que ellas han decidido por ella". Él tiene el "pleno convencimiento" de que la vida que su tía está llevando ahora no es la que ella quería, y asegura que "han decidido por ella”. De hecho, muestra a COPE su incredulidad ante las afirmaciones sobre las decisiones de su tía: "me dicen que han tomado decisiones y que les han dicho que quieren estar en el convento. No me lo creo".

La desesperación de Jaime es clara y contundente: “Necesito que mi tía salga de ahí y pueda vivir, aunque no se esté enterando de nada, necesito que ella pueda vivir según lo que ella consideraba que era lo correcto. Ya no solo lo correcto, sino lo que era su vida, su vocación”.

Ricardo Ordóñez

Varias de las clarisas de Belorado junto con su portavoz, José Ceacero, en los juzgados de Burgos

Las advertencias que realizaron las monjas mayores: “Mantener cierta distancia”

La familia ya tenía una advertencia previa sobre la situación. Jaime relata que su propia tía les dijo, cuando "todavía tenía la cabeza bien", que las cosas no estaban en orden y que, incluso, era "mejor mantener una cierta distancia".

Ahora, los familiares han reducido considerablemente el contacto con las monjas mayores. En el caso de Jaime, cuenta que su familia mantenía un contacto regular con Sor Pureza, recibiendo visitas "casi quincenales" de cualquiera de sus sobrinos. Sin embargo, ahora lamenta que la última vez que vio a su tía “fue hace un año, el 12 de septiembre”, y que desde el 21 de mayo del año pasado no ha recibido "absolutamente nada" de respuesta a sus inquietudes.

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