La declaración con la que esta religiosa se enfrentó a los milicianos antes de ser fusilada en la Guerra Civil

La Madre María Guadalupe, mártir de la Guerra Civil, fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II en el año 2001

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La Madre María Guadalupe Ricart Olmos fue una de las 6.832 personas que perdieron la vida en los primeros meses del estallido de la Guerra Civil Española, en 1936, con motivo de sus creencias religiosas. Esta religiosa se convirtió en una mártir más del conflicto que enfrentó a los españoles por un periodo de tres años.

Aquel odio a la fe no estalló de la noche a la mañana con motivo del inicio de la guerra. A lo largo de toda la década de los años treinta, la intolerancia religiosa y el anticlericalismo subió como la espuma, dando lugar a múltiples episodios violentos en las iglesias. Los saqueos en los interiores de los templos, los incendios, las persecuciones y los asesinatos a humildes párrocos, seglares o religiosos/as eran una constante en aquella España de la Segunda República.

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El monasterio donde María Guadalupe era Priora sufrió estos ataques

Las monjas del monasterio de las Servitas 'Al Pie de la Cruz' de Valencia sufrieron estos actos violentos en sus carnes en los años anteriores a la Guerra Civil. De hecho, el monasterio no tuvo más remedio que cerrarse en varias ocasiones para que las religiosas pudieran refugiarse de los ataques en casas de amigos y familiares.

En este contexto, fue elegida Priora María Guadalupe Ricart. Consciente del clima de tensión que se vivía en el territorio español, la priora siempre trató de transmitir paz y la esperanza de una vida eterna en comunión con Dios.

Con el estallido de la guerra, en verano de 1936 las monjas de 'Al Pie de la Cruz' se vieron obligadas, por orden del Arzobispo, a vestirse de seglares para de esta manera abandonar el monasterio y poder refugiarse nuevamente en los domicilios de conocidos y familiares. La Madre María Guadalupe Ricart Olmos hizo lo propio en casa de su hermana Filomena, en la localidad valenciana de Albal, donde había nacido.

El 2 de octubre María Guadalupe fue arrestada

Pero después del verano, el 2 de octubre, su hora llegó. Mientras oraba, pudo escuchar unas voces subidas de tono en la casa de su hermana después de que accedieran al interior un grupo de milicianos para registrar la vivienda. María Guadalupe no dudó en salir de su habitación. Llevaba consigo un libro de oraciones. Cuando los milicianos la vieron, le preguntaron si ella era monja, a lo que respondió: “Soy monja y si naciese mil veces, lo sería Al Pie de la Cruz".

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La respuesta no gustó nada a los milicianos, que no dudaron un instante en arrestarla. María Guadalupe no puso ninguna resistencia. Abrazada al crucifijo, la subieron a una furgoneta, desde la que daba ánimos a sus familiares: "No lloréis por mí, pues me llevan a matarme y dar la vida por Aquel que primero la dió por mí".

Nunca más volvieron a verla con vida. Fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II el 11 de marzo del año 2001 junto a otros mártires valencianos.

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