Daniel Palau es ya obispo de Lleida: "Dios nos invita a caminar con sencillez, valentía y amistad"

La diócesis de Lleida ha vivido este sábado, 19 de julio, una jornada histórica. Por primera vez desde 1968, la Seu Nova ha acogido una ordenación episcopal: la de Daniel Palau, que ha tomado posesión como nuevo obispo de la sede catalana.  

En su primer saludo como obispo, Palau ha expresado con cercanía su gratitud, y ha rememorado  sus raíces familiares, su formación y su vocación, destacando que “todos estamos invitados a ponernos en camino”, y que ese camino debe hacerse “guiados por el Espíritu Santo”.

El nuevo obispo de Lleida ha apelado a una triple actitud para este tiempo: sencillez, valentía y amistad. “La sencillez es el camino preferido de Dios. Solo desde ella podremos retornar a Dios y ofrecer un humilde testimonio de esperanza”, ha afirmado insistiendo en que “la simplicidad es la gran aliada para vivir la fe hoy y convertirnos en misioneros creíbles”.

Sobre la valentía, Palau ha puesto el foco en el deseo de una Iglesia con el corazón abierto al diálogo: “Pienso mucho en quienes acaban de llegar a nuestra tierra, pero también en aquellos que, desde la diferencia, profesan otras religiones o dicen que no creen. Jesús fue capaz de sentarse con todos. La sencillez lo hacía accesible y la valentía, creíble”.

Palau ha definido la Iglesia como una “familia de familias”, donde lo que une no es la sangre, sino la amistad. “Sencillez en nuestra relación con Dios, valentía para vivir y proponer la fe hoy, y amistad para seguir descubriendo el don de comunión que Dios quiere ofrecernos”, ha subrayado. 

Daniel Palau ha finalizado su intervención con un emotivo agradecimiento al obispo emérito Salvador Giménez, titular de la diócesis desde 2015, de quien ahora coge su testigo. “Gracias por la generosidad y la disponibilidad tan manifiesta de ser sencillamente pastor”.

Una homilía con fuerza espiritual: “Recibid el Espíritu Santo”  

La ordenación episcopal ha estado presidida por el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, quien en su homilía ha resaltado el carácter histórico del momento y la misión del nuevo obispo.

El arzobispo ha recordado la herencia de siglos de la diócesis de Lleida y situó el lema episcopal del nuevo obispo 'Accipite Spiritum Sanctum', en el centro de la homilía. “Gracias al Espíritu Santo podemos confiar, ser fieles, amar, perdonar y servir. ¡Qué poderosos son los dones del Espíritu!”.

Planellas ha reflexionado sobre la misión episcopal como herencia del soplo del Espíritu que, desde Pentecostés, guía a la Iglesia. “La era de la Iglesia comienza cuando los apóstoles, llenos del Espíritu, sienten en su corazón la idoneidad de llevar adelante la misión. Esta es la fuerza real del Espíritu”.

El arzobispo de Tarragona también ha querido hacer hincapié en la sinodalidad y fraternidad que debe reinar en la Iglesia, llamando a vivir una fe transformadora en comunidad: "Este discernimiento ya no será personal, ahora será eclesial, comunitario. Reinventándonos, redescubriendo la escucha y la apertura”.