Crece la demanda de ingresos en los centros psiquiátricos de San Juan de Dios, sobre todo entre los jóvenes

Los dos centros que gestiona la orden religiosa en Madrid advierten en ECCLESIA que desde la pandemia perciben un aumento de demanda en hospitalización y en urgencias: ¿Qué ocurre?

Tiempo de lectura: 3’

Los centros psiquiátricos que la Orden San Juan de Dios gestionan en Madrid, la Clínica Nuestra Señora de la Paz en Arturo Soria y el Centro de Ciempozuelos, han visto como la demanda ha ido en aumento en los últimos años, especialmente entre los jóvenes. Lo ha reconocido en ECCLESIA la directora gerente de ambos centros, Elvira Conde.

Un incremento que no tiene una única causa, si bien la pandemia ha contribuido a ello: “Claramente lleva subiendo la incidencia y la prevalencia de enfermedad mental en los últimos años y, como consecuencia de la pandemia entre otras cosas, hemos notado un aumento de la demanda en hospitalización, en los centros y hospital de día y en urgencias”, ha señalado.

Pese a que se trata de un fenómeno del que no escapa ningún colectivo social, es cierto que entre los adolescentes se percibe un aumento significativo. Para el psiquiatra y director médico de ambos centros de la Orden de San Juan de Dios, Álvaro Pico, es consecuencia “de la evolución de la sociedad y el efecto específico de la pandemia con grupos de edad más afectados como adolescencia donde se disparan las autolesiones, problemas de alimentación, suicidios...”

Argumentos que ha compartido el enfermero del centro psiquiátrico de Ciempozuelos Carlos Nieto, quien ha subrayado que la salud mental “es un ámbito cambiante”, con un perfil de paciente muy diferente al que había hace cuarenta años: “Es lo que vemos con la tendencia de nuestra sociedad, las redes sociales, la competitividad de las personas...”, ha enumerado.

Además de los cuadros depresivos o de ansiedad, los trastornos de conducta alimentaria o el trastorno límite de la personalidad están aumentando en los últimos tiempos entre los jóvenes: “Hay muchos factores. Las redes sociales ha provocado un aumento en patologías como este trastorno de personalidad, la imagen corporal es cada vez más importante en nuestra sociedad, lo que queremos transmitir a los demás, cómo los transmitimos ha hecho que estos trastornos hayan aumentado mucho. Hay una detección ahora más precoz, hay mucha más conciencia de los trastornos mentales y se detectan y se tratan antes. La población joven casi el 50% de los trastornos mentales se detectan en la adolescencia, cuando empiezan a surgir”, ha añadido Nieto.

El contexto familiar es también decisivo a la hora de explicar este auge de los casos. Tal y como recoge el psiquiatra Álvaro Pico, todo trastorno de salud mental se da “dentro de un contexto familiar. Esa familia y contexto tienen problemáticas derivadas o no del problema específico de la persona atendida que hay que ayudar a resolver. De hecho, cuanto más problemática sociofamiliar, más gravedad de diagnóstico”, ha puntualizado.

Pero tampoco se le escapa a los profesionales psiquiátricos que la coyuntura económica puede generar preocupación y ansiedad en millones de familias que con dificultades llegan a final de mes. Desde 2008 las crisis económicas se han ido sucediendo hasta nuestros días: “Está demostrado que cuanto más pobreza y vulnerabilidad, más gravedad en el caso. Es un agravante su situación”, ha sostenido Pico.

Bullying, covid o soledad

Un mundo repleto de incertidumbres e inseguridades, las redes sociales, la competitividad o la dictadura de la estéticas por encima de lo humano son algunos de los factores que explican el aumento de los trastornos mentales en la sociedad. Afecta a jóvenes y adultos. Entre estos últimos se encuentra Isabel, de 61 años. En abril recayó de su depresión, motivo por el que ingresó en el centro psiquiátrico Nuestra Señora de la Paz que la Orden San Juan de Dios gestiona en Arturo Soria.“Simplemente es miedo a la soledad. Aquí hay calor humano y quería decir que estas enfermedades son vistas por la sociedad como un tabú, pero no. Son enfermedades fastidiosas porque no es igual que si te quitan un apéndice. La gente llegamos a formar una familia aquí”.

Entre los jóvenes también aumentan los casos de manera considerable. Natalia, de 23 años, ingresó en febrero en el centro de Ciempozuelos, de la misma orden religiosa, tras intentar quitarse la vida hace un año. En ECCLESIA, ha compartido algunas claves de por qué, a su juicio, se están multiplicando los casos entre los chicos de su edad.

"El bullying tiene mucho que ver y las redes sociales. Lo del covid ha fastidiado mucho, de estar encerrados en casa te deprimes, te ansia. A mí eso me ha marcado mucho, estar encerrada, fue angustiante. Ha marcado a muchas personas", ha precisado.

Relacionados

Religión