La coreografía al ritmo de “Resistiré” de las monjas dominicas que arrasa en las redes sociales

Un grupo de las Misioneras de Santo Domingo de la Residencia Universitaria Santa Rosa de Lima en Valladolid, se ha vuelto viral en las redes sociales por un video en el que se les ve cantar y bailar al ritmo de Resistiré del Duo Dinámico, la canción que se ha convertido en un himno en la lucha contra el coronavirus. La canción suena en las casas de muchos enfermos, en hospitales y residencias.

Se puede decir que las monjas llevan el estado de alarma, el aislamiento a las mil maravillas y aprovechan su estado de animo para dar coraje a los que estan luchando contra el coronavirus. Tienen fe, esperanza y sonrisa en medio de tantas noticias dificiles y duras. 

Todas las batallas tienen su canción y parece que la que se está viviendo estas semanas frente al coronavirus ha decidido que sea Resistiré, el mítico tema del Duo Dinámico. Sanitarios de los hospitales en España han convertido sus pasillos en el escenario perfecto para mandar mensajes de positividad en estos momentos de ansia y miedo.

�� Las monjas dominicas de Valladolid crean una coreografía al ritmo de “Resistiré” para ayudarnos a hacer más llevadero el confinamiento domiciliario. @24h_tve @radio5_rne pic.twitter.com/aEJP53qFvi

— RTVECastillayLeon (@RTVEcyl) April 19, 2020

Las Misioneras de Santo Domingo viven el ideal de la Orden de Predicadores: “Ser portadoras de la Palabra y mensajeras de la Verdad”. Apoyadas en la oración, el estudio y la vida comunitaria participan del gran proyecto de Domingo de Guzmán…siempre más allá…éste fue su afán. Quería llegar con su palabra de misericordia, con un gesto eficaz de amor servicial y liberador a todos los hombres. Y sabedor de los límites personales, convocó continuadores de su obra. Varias de ellas son dominicas de Filipinas, Vietnam y Myanmar que llegan a Valladolid para estudiar español y Teología. Se alojan en la Residencia de Santa Rosa durante su estancia de 2 años y finalmente algunas se quedan en España.

Nacen en el año 1886 de una necesidad de la Iglesia, constatada por la Provincia dominicana del Santo Rosario: la presencia de la mujer en la misión de China para hacerse cargo de niñas abandonadas. El carisma misionero, heredado de Santo Domingo, desde su origen se ha orientado hacia las misiones del Extremo Oriente, en países de otras confesiones y en lugares donde es más urgente la llamada evangelizadora. Estan presentes en: Filipinas, Japón, Taiwan, Corea, Estados Unidos, Chile, Tailandia, Camboya... Todo un abanico de retos que necesitan vidas jóvenes, aún sin estrenar, para llenarlas de plenitudes.

Desarrollan la misión apostólica a través de la educación y formación cristiana en parvularios, colegios, residencias y universidades; asistencia benéfica y social a enfermos, ancianos y niños de la calle; pastoral y labor catequética.