El Arzobispado de Barcelona reitera que su proceso de reestructuración no implica el cierre de los templos

El objetivo es reformar la estructura de parroquias en todo el territorio que comprende la diócesis para dar respuesta a los retos actuales y del futuro

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El Arzobispado de Barcelona ha impulsado hace poco menos de un mes un proceso de reestructuración un año y medio después de crear una comisión para conocer cuál es la situación de la Iglesia en Barcelona.

El objetivo es reformar la estructura de parroquias en todo el territorio que comprende la diócesis para dar respuesta a los retos actuales y del futuro. El Card. Juan José Omella ha abierto un proceso participativo que implica a todos los sacerdotes y diáconos conjuntamente con los consejos pastorales parroquiales.

En un primer borrador, la Archidiócesis plantear crear ‘comunidades parroquiales’, lo que implicaría aglutinar en 48 las 208 parroquias con las que cuenta la Archidiócesis catalana. Sin embargo, la Archidiócesis de Barcelona ha querido aclarar que ello no implica el cierre de 160 templos, como han afirmado algunos medios de comunicación en las últimas horas.

El card. Omella ha publicado una carta ayer jueves, 17 de junio, donde subraya que desde que llegó a “esta querida archidiócesis, son muchos los sacerdotes y las comunidades parroquiales que me han transmitido la necesidad de iniciar un proceso de reorganización territorial de la acción pastoral y evangelizadora”. El arzobispo además ha recordado que otras diócesis urbanas de Europa, como Milán y París, “han realizado o están realizando este proceso”.

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Un trabajo sinodal en el marco del Plan Pastoral Diocesano ¡Salgamos!

El card. Omella es consciente que “todo proceso de reforma genera dudas, tensiones y resistencias” y lamenta que “han circulado algunas noticias falsas sobre este proceso de reestructuración pastoral”. “Esas noticias falsas han querido hacer ruido, pero se han quedado en un viento pasajero que no impide descubrir la semilla de esperanza que brota de este proyecto” ha remarcado el arzobispo de Barcelona.

Asimismo, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española ha vuelto a recordar que los documentos elaborados solo son “borradores” que “proponemos para iniciar un debate a nivel interno dentro de los arciprestazgos y de las parroquias”. El card. Omella busca un “debate que debe mirar hacia el futuro y tener en cuenta la opinión de los laicos y los consagrados, así como tomar en consideración las singularidades sociales y culturales de los diversos territorios de la diócesis para poder asegurar una acción evangelizadora y misionera de conjunto”.

El arzobispo de Barcelona ha remarcado que “este trabajo sinodal de reforma que hemos iniciado” lo quieren realizar en el marco del Plan Pastoral Diocesano ¡Salgamos!, “con sus ejes de la fraternidad y los jóvenes”. Asimismo, ha recordado que esta iniciativa se ha visto acompañada “por la convocatoria por el Santo Padre de la Asamblea General del Sínodo de los Obispos bajo el lema: Por una iglesia sinodal: comunión, participación y misión” que el próximo 17 de octubre iniciará su fase diocesana.


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