¿Por qué Antonio Gaudí es conocido como el 'arquitecto de Dios'?: "Diseñó la Sagrada Familia como una obra de fe..."

 El Papa Francisco reconoce como Venerable a Antoni Gaudí. Hablamos con Chiara Curtí, investigadora de la obra y vida del arquitecto catalán 

 

 

Ana Palacios de Elías

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El origen de la Sagrada Familia se sitúa hacia 1866 cuando una congregación de devotos de San José pensó en edificar un templo en su honor. La primera piedra se colocó en 1882, el día 19 de marzo, festividad de San José, en medio de unos terrenos de 12.000 metros cuadrados de superficie.

El primer arquitecto fue don Francisco de Paula del Villar y Lozano pero pronto abandonó el proyecto por desavenencias. Un año más tarde, Antonio Gaudí tomó la dirección de las obras. Gaudí murió en 1926 y vio alzarse solo la primera de las dieciocho torres que tendrá cuando finalice la obra. Se calculaba que en 2026, pero de momento no existe fecha exacta. 

GAUDI DEDICÓ TODA SU VIDA A CONSTRUIR LA SAGRADA FAMILIA

Diseño la catedral como una obra de fe, ante cualquier problema económico o de fama que Gaudí pudiera sufrir, lo vivió siempre como algo providencial. Chiara Curti, es investigadora de la obra y vida de Antonio Gaudí, y en Ecclesia al día nos ha contado la importancia que le daba el arquitecto Gaudí a dejarse llevar por la obra de Dios: tuvo que enfrentarse a problemas económicos y de financiación, pero nunca se desanimó”.

Ante una Europa en guerra, y después la Guerra Civil española, se destinaron pocos recursos a su obra maestra, pero “Gaudí contó con una aportación especial, y por eso se empezó a llamar a la Sagrada Familia, la catedral de los pobres”.

"EL COLABORADOR DE DIOS"

Gaudí aceptó el proyecto con tan solo 31 años, y aunque en un principio lo compatibilizaría con otras obras, seguiría inmerso en él hasta su muerte. No logro acabar la gran mayoría de sus obras, “lo que le ayudo a tener un desapego, algo a lo que los arquitectos están poco acostumbrados. Es como si sus obras no fueran totalmente suyas”. Proyecto la Sagrada Familia como un proyecto a largo plazo, el arquitecto catalán, sabía que no la vería terminada.

Nunca sintió que la obra era exclusivamente suya, su obra maestra: “cada vez que alguien le visitaba él se presentaba como colaborador de Dios, no como el arquitecto de la catedral”, nos cuenta Chiara Curti, y por eso en su época le llamaban el arquitecto de Dios: “Gaudí tenía muy claro que la inspiración le venia de Dios”.

UN HOMBRE DE VIDA MUY HUMILDE

Gaudí tuvo una vida humilde, llena de desgracias y perdidas familiares. Perdió a su madre siendo un niño, perdió también a su hermano y a su hermana. Incluso a una sobrina que llegó a vivir un tiempo con él.

A pesar de ello jamas vivió solo. Primero cuido de su familia, pero cuando ya no quedaba nadie, hospedaba a obreros y enfermos en su casa.

Su experiencia de fe se nota en todas sus obras, una fe que fue creciendo. Algo que podemos observar en la gran mayoría de sus obras: "La Pedrera es un gran himno a la Virgen María, a la que tenia una gran devoción. Igual que el Parque Güell, que tiene un montón de inscripciones mirando hacia el cielo, con pequeños piropos a la Virgen”