El rey Melchor escribe una carta a la sociedad alavesa con el objetivo de impulsar el Proyecto 13 Casas
Las parroquias del casco viejo de la ciudad están llevando a cabo un programa de ayuda para todas las personas que se quedan sin poder acceder a un alquiler
Tiempo de lectura: 2’
Durante estos días en los cuales los niños han escrito sus cartas a los Reyes Magos, esta vez ha sido uno de ellos, el rey Melchor, que ha escrito una carta para todos los habitantes de la ciudad de Vitoria. El objetivo es impulsar un proyecto que las parroquias del casco viejo de la ciudad están llevando a cabo a través del ‘Programa Berakah’.
“Os extrañará recibir una carta mia, lo normal es al revés” confiesa el rey Melchor en el vídeo que han publicado en el canal YouTube de la diócesis. “Creo que la ocasión lo merece y lo precisa. En estos días hemos leído, como siempre con atención, todas vuestras cartas” confiesa el rey.
“Aunque ya lo veíamos notando estos años tras, podemos dar fe de las muchas familias que en su lista de deseos nos pide una vivienda de alquiler” afirma Melchor.
En el vídeo se pueden escuchar historias de personas que lo están pasando realmente mal con el tema relacionado con la vivienda. “No ha sido tan fácil como conseguir una muñeca, un juego de cocina o un camión de bomberos. Esto, os lo podéis imaginar, ha sido mucho más complicado” confiesa Melchor.
El resultado satisface a los reyes y el regalo ha llegado al “Programa Berakah”, un “sitio donde hay personas apasionadas con ayudar a los más necesitados”.
Objetivo de la carta del rey Melchor, apoyar el Proyecto 13 Casas
En este vídeo, podréis escuchar cómo Su Majestad, en nombre de los tres, pide que apoyemos el Proyecto 13 Casas para personas llegadas de muchas partes del mundo y que, por diferentes e injustos motivos, se quedan sin poder acceder a un alquiler.
Así que, atendiendo al Rey Melchor y su petición, la diócesis de Vitoria pide a quien tenga una vivienda vacía o quien conozca alguna, comunicarlo a Berakah en el correo programaberakah2006@gmail.com para que de esta manera nadie se quede sin un techo y sin un proyecto de vida y a la misma vez, los propietarios cobren por su arrendamiento con la Iglesia como garante y mediador de que todo saldrá bien.
