Grilex, el rapero que entrega su música a 'rap-evangelizar' el mundo: "¡Despertad!"

'A grandes trazos' ha tenido oportunidad de hablar con el artista católico que rapea como habla, sin esfuerzo ni postureo

Victoria Montaner CamposVictoria Montaner Campos

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Victoria Montaner Campos


Tiene mucho de estrella y no por la fama, que también, sino, porque con su presencia, Guillermo Esteban es capaz de iluminar la cafetería en la que hemos quedado para charlar y hacer esta entrevista. Aunque quisiera, no podría ocultarla. Irradia luz. Cuando se lo digo nada más conocerlo, con una pequeña sonrisa y mientras mira hacia otro lado, me contesta: “bueno… no, no soy yo…”.

¿Y quién es entonces? Empecemos por el principio. ¿Quién eres? ¿Un rapero católico? Eso es imposible. Son términos antagónicos. Oxímoron total. El rap tiene bastante de violencia y nuestro Dios es Amor.

La esencia del rap es agresiva”. Pero “Se puede dar un mensaje claro siendo agresivo en el sentido de ¡Pam! ¡Despertad! Es un despertar para que luego se produzca un efetá, un ábrete. Abríos.

¡Así que es eso! Va de provocación. Grilex habla como rapea y rapea como habla, sin esfuerzo ni postureo. De forma directa, impetuosa, apasionada. Provocadora también. Lanza con palabras golpes secos y directos. ¿No consiste en eso el rap?

Se dice también que esa palabra inglesa significa conversar, hablar de algo, incluso tratar de convencer. Surge entonces rápidamente la siguiente cuestión: ¿De qué habla Grilex? ¿De qué quieres convencer?

Se define como “un joven rebelde que disfruta evangelizando, cuyo sueño es que Cristo llegue a cada corazón. Solo intento gustar a Dios y a mí mismo, y eso hace que guste a miles de seguidores”.

Entonces, ese del que hablas es Dios. No es de ti sino de Él. No eres tú, es Él. No es de lo que hablas sino de Quién hablas.

Suena un poco raro porque los raperos suelen ser muy egocéntricos y recitar largos monólogos de denuncia, acerca de lo mal que están las cosas, sobre la falta de oportunidades y lo que habría que hacer. Sus temas están traspasados de frustración, pesimismo y de rabia nada contenidas.

Grilex ha pasado por situaciones parecidas, existencialmente duras. Su respuesta podría haber sido igual de descarnada. Pero no fue así. Desde que se convirtió hace cinco años y cambió sus temas de odio por canciones de amor, desde que le dijo Sí a Cristo, consciente del precio que suponía serle fiel, rapea sin miedo sobre la única Verdad que existe, Cristo crucificado y resucitado.

Eso no quiere decir que viva en un Edén permanente. Está claro que hay momentos oscuros, de dificultad, de incomprensión. Uno a veces se puede sentir más desorientado, pero es en esos momentos cuando se pone a prueba. Es muy fácil decir te quiero cuando estás enamorado, lo difícil es decir te quiero en un momento de dificultad. Y eso se supera con la fe. Muchas veces las crisis nos hacen aprender y comprender a las personas. Aprendes de tu crisis a comprender en el futuro a las personas que puedan estar pasando por eso”.

Yo no sé si a los jóvenes de hoy en día les puede atraer este mensaje. Estamos muy dormidos o quizá simplemente adormecidos. Tristes o entristecidos... Grilex replica con vehemencia y a la velocidad del rayo: “Hay un potencial brutal en la juventud. Hay jóvenes que tienen unos dones espectaculares. Muchas veces nos creemos lo que nos dicen los mayores de que estamos perdidos. Yo siempre digo que sólo estamos desorientados. Lo que pasa es que una de las tentaciones que sufre el cristiano joven es la de decir me siento solo cuando en realidad no lo está”.

Con su rap intenta luchar contra ese pesimismo y lo hace evangelizando de la mano de Dios. Su mirada y sus palabras están plenas de luz y se muestra tan coherente y apasionado en su discurso que es difícil nomostrarse de acuerdo con él de manera inmediata.

Sin embargo, no quiero olvidar la pregunta que sigue rondándome por la cabeza y que no me abandona desde el principio de nuestra larga charla. Debo insistir… ya sé que Grilex tiene miles de fans porque se gusta a sí mismo y eso gusta les gusta a ellos ¿Pero de verdad le puede gustar a Dios? ¿Es el rap un lenguaje adecuado para hablar de lo sagrado? Cierto es que surgió en la periferia de Nueva York y que este estilo musical puede servir hoy en día para conectar con aquellos que se encuentran en esos espacios tan distantes de Dios.

Es evidente que nuestros tiempos no se corresponden con los de los mayores. Está claro que todo ha cambiado, la cultura, la forma de hacer las cosas. La Iglesia nunca debe cambiar, nunca, porque la esencia de la Iglesia es Cristo. Fin. Pero el lenguaje se debe cambiar, los proyectos, las inquietudes. No son los mismos. No podemos esperar a provocar cambios si siempre actuamos igual, y tenemos que cambiar las cosas para ajustarnos a las necesidades del siglo XXI”.

La respuesta me dapie a la siguiente pregunta. Que un joven hable sobre lo que piensa de la Iglesia puede resultar inconveniente, y sus impresiones provocadoras e incluso incendiarias, más si es un rapero y no tiene pelos en la lengua. Pero hay que correr el riesgo:

Me gusta la variedad de la Iglesia, el entusiasmo, las ganas de querer hacerlo bien, los valores que transmite, cada uno de los movimientos que hay en ella, la preocupación que siente por las necesidades espirituales que hay en el mundo, y también materiales. Me gusta la doctrina y que se hable claro”.

Pero hay cosas que no te gustan”. De este modo intento terminar su frase, con un hilo de voz, para que no parezca una cuestión muy directa. A lo mejor hace como que no la ha oído y no me contesta… se hace un corto silencio.

Responde de forma muy pausada mientras me mira directamente a los ojos: “Lo que no me gusta es que algunas personas hablen de Dios sin saber quién es, y creen confusión. Y que hablen de condenación cuando Dios es amor y es eterna misericordia. Es verdad que es justo, pero me da rabia que digan cómo es Dios y quién es sin saberlo”.

Una respuesta clara y directa, como la rima de sus temas. No hay atisbo de miedo. No en vano la verdad, la claridad, la sencillez y la pasión son los elementos que combina con acierto en sus canciones y que justifican su éxito musical.

Esta mezcla tan personal también le ha ayudado a componer su próximo disco, cuyo lanzamiento está previstopara comienzosde diciembre. Ha elegido un título, Kamikaze, que me desvela en esta entrevista, porque “el cristiano tiene que serlo en el sentido de dar la vida por el Señor. No se trata de esa forma de kamikaze que todos conocemos… sino uno frente a la crítica y frente al miedo. Seamos kamikazes y apostemos por Él.

Para llevar a cabo este proyecto y hacer frente a su producción, tanto de carácter musical como audiovisual, ha recurrido al crowdfunding:“estamos trabajando con una empresa cinematográfica porque queremos que los videoclips cuenten historias, que hagan reflexionar, que transmitan un mensaje. Su mensaje. Va a ser un disco muy especial”.

Sin embargo, no es éste el único propósito que anima a este rapero madrileño. Para hablar en nombre de Dios hay que conocerle bien y amarle mucho. Y por eso tiene intención dar catequesis a los jóvenes: “Estoy entusiasmado con esto. La idea consiste en adaptar el formato de las charlas para convertirlo en unas catequesis. Constarán de cuatro bloques para hablar de forma muy directa y cristocéntrica sobre diferentes aspectos de la vida. Creo que puede hacer mucho bien y ayudar mucho, sobre todo a los jóvenes.

Lo que me cuenta parece agotador. Me sugiere una agitación constante, un movimiento que no cesa. Hay mucho de entrega en sus proyectos, pero no sé sihay sitio para la intimidad.

Me responde que tiene la sensación de habitar en dos ámbitos diferentes. Por una parte, en el mundo artístico, en el que presta constantemente una especie de voluntariado, con el Evangelio, en los escenarios, con las charlas… de otra, en un mundo que consiste en la vida escondida, con la que también se siente identificado. Y advierte que vivir en esta última realidad es difícil, porque cuesta mucho más dar a las personas que uno tiene cerca que a las que le están escuchando en un concierto.Tú puedes ser un crack evangelizando en los escenarios, en las charlas, pero luego ser un tipo que se conforma siendo mediocre con su día a día.

Se percibe el temor que eso le provoca y una sombra de duda parece oscurecer el brillo de sus ojos durante un segundo. Muevo con rapidez la cucharilla del segundo café. No habrá ocasión ni para dos preguntas más.

Lanzo la primera sin dejar que se recupere, que trata sobre cómo puede sobrellevar la fama un joven católico.

Suspiro aliviada porque sus ojos se iluminan de nuevo y porque esboza una gran sonrisa mientras responde: “Como algo bueno, la repercusión que puedas provocar en las personas que te escuchan. Entre las malas, la falta de intimidad que a veces sufro, el daño que pueda hacer sin querer y la soberbia en la que me pueda instalar”.

Si alguien había pensado que el aburrimiento o el cansancio le habría pasado factura a Grilex, no puede estar más equivocado. Las críticas, e incluso amenazas, que ha recibido estos años no han hecho más que fortalecer su Fe, su compromiso, y la belleza de sus composiciones.

Termino queriendo conocer algo más acerca de sus sueños y sus planes de futuro y le pido que ofrezca algún consejo a los jóvenes. ¿Qué persigue Grilex?: “Que Cristo llegue a cada corazón. Mi aspiración es que Cristo inunde mi corazón. La música durará lo que Él quiera, cuando Él quiera, hasta donde Él quiera. Después de la música hay mucho. Nunca se corta la evangelización si tienes a Cristo en tu corazón.

Se levanta mientras aún espero su consejo. Permanece en silencio hasta que yo también me pongo de pie y entonces me habla de que es necesario dialogar mucho con el Señor y dejar que Él brille. Y contar siempre con su ayuda porque, aunque seamos Hijos de Dios, sin Él nada es posible.

Ya en la calle, tras el selfie de rigor, nos despedimos con un Gracias yHasta pronto, nos veremos en el concierto de la explanada de la Almudena (que tuvo lugar el viernes 1 de octubre). La entrevista, larga en tiempo (casi dos horas) se ha pasado volando. De repente, cuando apenas nos hemos separado, me pregunto de nuevo lo que significa rap. El móvil me ayuda como puede.

Algunas interpretaciones apuntan a que puede ser un acrónimo de Rythm and Poetry (Ritmo y Poesía), de Recite a Poem (recitar un poema) o de Respect and Peace (Respeto y Paz). Creo que Grilex le brinda el nuevo significado de Ritmo y Oración (Rythm and Prayer), un contenido nuevo que hace que sus canciones se tornen testimonio, alabanza y acción de gracias en los escenarios. Mientras espero el autobús que no llega, advierto lo claro y lo nítido que brilla el solesta mañana radiante en Madrid.

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