¿Cuál es la diferencia entre ser beatificado, canonizado o ser considerado un mártir?

El capellán de las Hermanas Clarisas de La Inmaculada y San Pascual, Francisco Gabaldón, ha respondido esta duda en el programa 'Creer hoy'

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Es una de las preguntas más recurrentes. ¿Qué requisitos se requieren para ser santificado? ¿Y beatificado o canonizado? ¿Y para ser venerable o mártir? Todas estas consideraciones forman parte de un proceso impulsado por la Iglesia desde la tierra y que determina si un cristiano es ejemplo de seguimiento de Cristo.

Así lo ha remarcado el capellán de las Hermanas Clarisas de La Inmaculada y San Pascual, Francisco Gabaldón, en el programa 'Creer hoy' que se emite cada jueves a partir de las 12h del mediodía en COPE.es

“Los santos no son un Premio Nóbel que otorga la Iglesia, sino que se trata de un estímulo y un ejemplo que la Iglesia propone a los que estamos aún en el camino. Es una manera de poner de manifiesto y demostrar que el proceso de santidad no es una utopía, sino algo alcanzable”.

De esta manera, los santos son un estímulo y unos intercesores: “No vivimos la fe de manera particular, sino en una comunión, por lo que la Iglesia celeste que participa junto a Dios en la gloria, están en contacto con nosotros y son a los que invocamos”.



Tal y como ha explicado el capellán, es un proceso que se realiza en la tierra y que pasa por diversas etapas. Hay tres: “Primero se le declara venerable, ya que hay unas virtudes especiales que se remarcan en esa persona y que la Iglesia reconoce, de manera que no es un culto público que se le da, pero es un proceso que avanza en el reconocimiento definitivo, que es la canonización. La canonización implica entrar en la lista oficial de santos tras el proceso de estudio. Por eso es el Papa quien lo determina”.

En cuanto a la beatificación, el capellán de las Hermanas Clarisas de La Inmaculada y San Pascual ha precisado que es el proceso intermedio entre venerable y canonización: “Al final todo forma parte de un proceso que requiere tiempo y estudio, al tratarse de una declaración solemne que requiere de una certeza evidente. Los santos no son extraterrestres, son de la tierra que peregrinaron en ella”, subraya Gabaldón.

Para ser beatificado o canonizado, se precisa de al menos un milagro: “Es un signo que la Iglesia estudia y analiza. Por ello, es un proceso largo. En el siglo XVI los periodos de estudios eran mucho más largos que los del siglo XX o XXI, porque tenemos más medios”, explica el capellán.

Por último, el Padre Francisco Gabaldón ha detallado lo que implica ser un mártir: “Significa 'testigo', por lo que todos estamos llamados a ser mártires, aunque esté muy vinculada la palabra a los que dieron la vida por Cristo, pero no es necesario. Todos estamos llamados a ser testigos y formar parte de la Iglesia”.

Sí es cierto, matiza el capellán, que en algunos lugares ese martirio se manifiesta de manera más cruel, como consecuencia de las persecuciones: “Es la imagen que tenemos de los mártires, al pasar por las pruebas más difíciles que pueden existir. Es el testimonio de la fe y de la vida. Pero cuando alguien es declarado mártir, no es por la crueldad con la que mueren, sino por mantenersfieles a Cristo”.

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