El 'otro' Francisco de Asís: del alcohol y las drogas a prepararse para ser sacerdote

Francisco quería ser una estrella del deporte o la música. Sin embargo, la deriva de su vida le acabó llevando a Israel, donde se convirtió 

Víctor C. Bustillo

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Hace 8 siglos, caminó por las calles de Asís un joven. Se llamaba San Francisco de Asís, también conocido como el Poverello. Ese joven italiano se enamoró misteriosamente. ¿De quién? De Jesucristo. Más aún, de Jesucristo a través de los pobres y necesitados. Alrededor de 800 años después, hay otro Francisco, también de Asís, que ha experimentado un recorrido de encuentro con Cristo impactante. 

Francesco ha pasado de las drogas y el alcohol a ser sacerdote capuchino. Al igual que ocurrió con el santo de Asís, acabó reconociendo que Jesús estaba tocando su corazón. 

Igual que su tocayo, Francesco vivió momentos muy complicados, antes de convertirse. Durante años alternó borracheras, drogas y vicios sexuales. Realmente, no era feliz. Se sentía muy frustrado. La situación personal y familiar tampoco ayudaba. 

Viviendo la tragedia de cerca

Este joven de 34 años proviene de una familia numerosa que vivía en esta localidad italiana. Aunque son católicos, durante la infancia de Francesco apenas practicaron la fe.

En 1997 Asís fue asolada por un devastador terremoto. Fallecieron varias personas. Miles de personas resultaron damnificadas. La basílica permaneció más de dos años cerrada.

El padre de Francesco presidía la Asociación de Guías de Turismo de Asís. Al día siguiente, cuando se encontraba en la basílica, se produjo una réplica del terremoto. Sobrevivió milagrosamente, pero uno de sus compañeros falleció.

El seísmo destruyó el hogar donde Francisco vivía con su familia. Tuvieron que vivir en una auto-caravana durante tres años. Su padre perdió el trabajo. Los turistas ya no viajaban a Asís.

Acercándose al abismo con borracheras y consumo de drogas

Tiempo después, Francesco se alejó de su familia. Según contó, en Catholic Philly, su familia no representaba aquello a lo que él aspiraba. Quería ganar dinero, crecer en popularidad, ser alguien famoso

Francesco tenía talento para llegar a ser un gran deportista. De hecho, soñaba con ser un futbolista famoso. Estuvo a punto de jugar en las categorías inferiores de un gran club de su país. Sin embargo, se lesionó gravemente. Una fractura en una de sus piernas le alejó de ese sueño de ser una estrella. Por ello, dejó de confiar en Dios. Le culpaba tanto por su lesión, como por la vida que llevaba su familia.

Como la carrera deportiva se había acabado, probó en la música. Francesco, tras apuntarse en una banda de rock, comenzó a consumir alcohol y drogas. Creía que iba a encontrarse en esa nueva vida con aquello que soñaba.

Sin embargo, sufrió mucho. Su caminar vital no fue fácil. Pero, como San Francisco de Asís, emprendió un camino de conversión.

Poco a poco, Francesco se fue encontrando con Jesucristo. Fue durante un viaje a Tierra Santa, donde los franciscanos custodian los Santos Lugares donde vivió Jesús de Nazaret.

Un encuentro con Dios, Jesús y la Iglesia en Tierra Santa

Un amigo, le invitó a pasar un año en Israel. Francesco tenía 21 años y decidió emprender ese viaje. 

Viviendo en Tierra Santa, descubrió cómo vivir la fe a la manera de San Francisco de Asís: Pasando del Evangelio a la Vida, y de la Vida al Evangelio. Comenzó a seguir a Jesucristo como había hecho su santo tocayo.

En Israel comenzó a acudir a la Domus Galileae. Se trata de una casa que tiene el Camino Neoatecumenal. Está en el Monte de las Bienaventuranzas. Allí descubrió que, a pesar de todo, Dios le amaba. Allí, encontró a Dios, a Cristo y a la Iglesia

Francesco comenzó una nueva vida. Nada más llegar a Italia, pidió perdón a su familia y amigos por lo que les había hecho en su anterior etapa de vida. También, conoció a varias chicas católicas y salió con alguna de ellas. Pensaba que, tal vez, estaba llamado a casarse. Sin embargo, poco después se sintió llamado al sacerdocio

Una nueva vida para Francesco

Francisco ingresó como seminarista del Camino Neocatecumenal. Acudió a una convivencia en Porto San Giorgio (Italia). En el Camino Neocatecumenal, los seminaristas son enviados a vivir en otros países. El arzobispo Charles Joseph Chaput, de Filadelfia, pidió un Seminario del camino en su Diócesis.

El Arzobispo Charles J. Chaput es protagonista de otra coincidencia para el joven Francisco. Mons. Chaput es un fraile franciscano. Pertenece a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Para Francesco, prelado de Fidadelfia es su referente desde que llegó a Estados Unidos...y es también seguidor del santo que a él le cambió la vida: San Francisco de Asís.

En Estados Unidos, Francesco emprendió su camino sacerdotal. Él mismo se siente identificado también con el hijo pródigo. Dos sacerdotes le ayudaron a renacer a la fe: el Padre Rino Rossi (que dirigía la Domus Galileae) y Diego Sánchez, su director espiritual.

Actualmente, es diácono. El 18 de mayo será ordenado sacerdote en Fidadelfia. Su ordenación, coincide con el octavo centenario de la llegada de San Francisco a Tierra Santa.

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