La mujer que apostó por continuar con su embarazo a pesar de las recomendaciones de que abortara

Los médicos dijeron a Lauren, de 21 años, que abortara a Ollie. Su hijo sufrió un problema en la vejiga y podía padecer Síndrome de Edwards. Nació sano

Redacción religión

Tiempo de lectura: 2’

El pasado 23 de mayo fue un día de celebración para Lauren Webster. Esta joven escocesa de 21 años de Lanarkshire, al norte del país, dio a luz a Ollie, un niño de casi tres kilos y sano. Estas dos condiciones juntas han roto el pronóstico que los médicos dieron a Lauren: abortar. La recomendación de los sanitarios emanaba de dos enfermedades distintas que le habían detectado al bebé durante el embarazo.Tras una semana en la unidad de neonatos después de un parto algo accidentado, madre e hijo se fueron a casa.

Lauren cuenta al Evening Times cómo los médicos se quedaron "atónitos" cuando, después del parto, vieron a Ollie en perfecto estado de salud. La sorpresa también fue de su madre, que había sufrido dos abortos involuntarios en otras ocasiones. “Cuando me di cuenta de que estaba embarazada, estaba muy asustada por lo que me había pasado", explica, en relación a los niños que había perdido anteriormente.  

Sin embargo, esta madre soltera también reconoce que tenía una sensación diferente en este caso.  Incluso, cuando los escáneres detectaron que su hijo sufría una obstrucción de vejiga a las 13 semanas de gestación. Este primer bache, se solucionó solo. De hecho, al nacer,  Ollie sólo ha necesitado de una pequeña intervención contra una hernia y un problema de movilidad en los pies

"No me lo preguntes más, porque lo voy a tener"

No obstante, los médicos tuvieron otra opinión en el primer momento. La doctora que la atendió en el Princess Royal Maternity Hospital fue la primera en recomendarle el aborto. "Ella me preguntó si quería 'terminar' (el embarazo), diciéndome que había pocas posibilidades de que mi hijo sobreviviera", cuenta. 

Lauren se negó, quería continuar con su embarazo. "Sabía que si decidía abortar, podría estar diciendo '¿qué hubiese pasado si...?'. La reacción de los sanitarios fue seguir muy de cerca sus progresos, con pruebas semanales en el hospital. Eso se traducía en enfrentarse a la misma pregunta por el aborto cada semana. "Decían que tenían que preguntármelo". 

Cerca de Navidad de este año, volvió a salir la cuestión. La respuesta de la madre fue más contundente. "Le dije: 'No me lo preguntes más, porque lo voy a tener'", afirma. Más aún, cuando, cinco semanas después, la dificultad en la vejiga de su hijo se había corregido sola. 

Lauren y Ollie contra los diagnósticos

Sin embargo, la lucha por la vida de Ollie continuaba. Primero, porque las pruebas habían señalado dos nuevas problemáticas: no podía cerrar los puños y podría estar sufriendo el Síndrome de Edwards. Se trata del trisoma 18, un síndrome polimalformativo que causa muchas muertes de los bebés en el vientre materno, cuenta la historia de la que se hace eco Religión en Libertad. Lauren recuerda cómo "me preguntaron otra vez si quería abortar, diciéndome que no iba a sobrevivir más allá de los cuatro años si se confirmaba que sufría síndrome de Edwards". 

Lauren se remitió a la unidad  de medicina fetal del Queen Elizabeth University Hospital. Allí es donde fueron capaces de descartar el pronóstico tan grave que le dieron en el otro centro. Tiempo después, los propios médicos estaban impactados por la evolución tan positiva de los escáneres. 

"No sabes qué va a pasar"

A pesar de haber pasado las dos primeras pruebas en su embarazo, tuvo un parto prematuro con una cesárea de emergencia. El ritmo cardíaco de Ollie subía y bajaba de forma vertiginosa. “Ollie estuvo en la unidad de cuidados especial durante una semana, pero vino absolutamente bien". 

Después de todo lo que ha pasado con Ollie, tiene claro que volvería a luchar por su hijo. Tanto es así, que recomienda que “si alguien tiene que atravesar esta experiencia, no les recomendaría abortar, porque no sabes qué va a pasar". 

Religión