EN 'EL ESPEJO'

El joven sirio que ha afrontado su vocación durante ocho años de guerra

Fadi ya sentía la llamada al sacerdocio, pero le sorprendió la guerra haciendo el servicio militar. Al acabar, él confirmo su "sí" a Dios

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Fadi Joseph Mora ha crecido en una familia maronita siria y estudiaba Turismo en Alepo. Por entonces sintió ya la llamada de Dios al sacerdocio, pero el servicio militar era inevitable para quienes no pudiesen pagar para evitarlo, así que su obispo le aconsejó esperar. Fadi comenzó su servicio cuatro meses antes de que estallara la guerra, y tuvo que permanecer hasta 2018.

El pasado 31 de diciembre concluyó ese período y para él ha sido como volver a nacer. Todo lo que ha vivido le hace pensar que su vocación está marcada por la Resurrección, lo cual le otorga una serenidad de fondo.

"La Palabra de Dios que recibí nunca murió en estos años de guerra sino que permaneció viva"

Inmediatamente después de su regreso, se dirigió al obispado para renovar su petición, y fue recibido con los brazos abiertos por el nuevo Arzobispo Maronita de Alepo, Mons. Joseph Tobji, que reza con toda la diócesis por las vocaciones, tan necesarias en este momento de reconstrucción. El arzobispo ha creado un centro de ayuda a las víctimas de la guerra y subraya que por mucho que parezca que en Siria sólo hay malas noticias, él acaba de fundar una nueva parroquia.

Nada es fácil para los seminaristas sirios, en un país que todavía no ha dejado atrás la guerra, cuyos habitantes sufren una tremenda pobreza, y en el que están rodeados por una sociedad predominantemente musulmana, que muchas veces no entiende su elección. Por eso Ayuda a la Iglesia Necesitada está ayudando a la Iglesia a proteger y hacer crecer vocaciones como la de Fadi Joseph, que repite: “la Palabra de Dios que recibí nunca murió en estos años de guerra sino que permaneció viva, y ahora espera germinar”.

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