Cinco claves de la Eucaristía

Cinco claves de la Eucaristía
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Mons. Francisco Cerro Siempre me he cuestionado el porqué tanta gente dice que se aburre y no le dice nada la misa. ¿Nuestras Eucaristías son tan aburridas como dicen?
uchas veces me he preguntado por qué mi experiencia desde el encuentro personal con Cristo me cambió la perspectiva y me lanzó a descubrir que la Eucaristía es una auténtica gozada, lo mejor de la vida porque es Cristo Vivo que se entrega. En amor como pan partido y sangre derramada.
Te propongo siguiendo el texto de los de Emaús (Lc. 24, 13) cinco puntos para "enterarse" de la misa y sobre todo para vivirla con el gozo y la alegría de un encuentro con Jesús que te cambia la vida. Que en la Eucaristía descubramos que Jesús camina con nosotros comno hizo con los de Emaús
La Eucaristía nos invita a pedir perdón y a descubrir cómo llegamos a la misa con todas nuestras heridas y nuestras desilusiones y pecados. La misa desde el principio nos enfrenta con nuestra propia vida y nos invita, reconociendo nuestros pecados, a caminar en conversión. Los dos que caminan con Jesús experimentan sus oscuridades.
Sentarnos a escuchar la Palabras de Dios sin prisas hasta que nuestro corazón pueda arder porque el Señor camina a nuestro lado con todos nuestros cansancios y desengaños. Decirle al Señor: Explícanos nuestra vida a la luz de tu Palabra.
Cada Eucaristía, Misterio fidei, Misterio de fe nos introduce en el gozo y la alegría de creer. Creer que el Señor camina con nosotros y que su presencia nos invita a creer y a pasar del dicho de los decepcionados, como los de Emaús "nosotros esperábamos" a la clave de la fe "era necesario". Todo lo que nos ha ocurrido en nuestra vida, querido o permitido por Dios "es necesario" para entrar en su gloria.
La fracción del pan y la comunión nos hablan de una intimidad con Jesús que nos lleva a vivir la comunión con los hermanos. Al partir el pan, al compartir nuestra vida nos lanza a vivir como Jesús que por Amor se hace "pan partido y sangre derramada" para la vida del mundo.
¿Qué hubiera sidode los de Emaús si el forastero, el peregrino del camino no se hubiera quedado con ellos y hubiera pasado de largo. La Eucaristía nos lleva a vivir caminando con el Señor a nuestro lado y en nuestro corazón. Como se decía antiguamente al final la misa comienza ahora en la vida
No podemos dejar escapar la presencia y el Amor de Jesús en nuestra vida cotidiana. Es necesario saber descubrirlo y vivir de la presencia. Con la Eucaristía no se acaba nada. Al terminar la Eucaristía no se esfuma su presencia. Al contrario continuamos juntos con el Señor que siempre nos acompaña y nos lanza a vivir con los sentimientos de su Corazón. Toda la vida tenemos que vivirla desde Aquí.
+ Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres