Francisco pide mirar con los ojos de Jesús y reza por las víctimas del atentado en Egipto

Miles de peregrinos han rezado esta mediodía el Ángelus con el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro.

Redacción Religión

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En este primer domingo de noviembre XXXI del Tiempo Ordinario, y dentro del novenario por las ánimas del Purgatorio, el Pontífice reflexionó sobre el Pasaje de Marcos de la Misa de hoy en el que Cristo recuerda a un escriba que el Mandamiento más importante es amar a Dios y el amor al projimo es semejante al primero. “Dios, que es amor, nos creó por amor y para que podamos amar a los demás permaneciendo unidos a Él. Sería ilusorio pretender amar al prójimo sin amar a Dios; y también sería ilusorio pretender amar a Dios sin amar al prójimo. Las dos dimensiones del amor, a Dios y al prójimo, en su unidad, caracterizan al discípulo de Cristo”.

Con estas palabras el Papa se dirigió a los fieles presentes en la Plaza san Pedro para recordar el Evangelio de hoy, que nos invita a todos a proyectarnos no sólo hacia las urgencias de nuestros hermanos más pobres, sino sobre todo a estar atentos a su necesidad de cercanía fraterna, de sentido de la vida y de ternura. Se trata de evitar, dijo el Papa, el riesgo de ser comunidades que viven de muchas iniciativas, pero con pocas relaciones: "estaciones de servicio" pero con poca compañía, en el sentido pleno y cristiano del término.

Lee aquí las palabras del Papa en el Ángelus

Con una imagen, dijo por último, podemos decir que los hambrientos necesitan no sólo un plato de sopa, sino también una sonrisa, para ser escuchados y también una oración, quizás hecha juntos. Francisco pidió luego que la Virgen María nos ayude a acoger y testimoniar esta enseñanza luminosa en nuestra vida cotidiana.

En sus saludos, y como era de esperarse, el Papa expresó su pésame por el atentado terrorista que afectó a la Iglesia Ortodoxa Copta en Egipto hace dos días:

“Rezo por las víctimas, por los peregrinos asesinados por el mero hecho de ser cristianos, y pido a María Santísima que consuele a las familias y a toda la comunidad”.

Ayer, en la Basílica de San Giovanni in Laterano, fue proclamada Beata la Madre Clelia Merloni, fundadora de las Hermanas Apostólicas del Sagrado Corazón de Jesús.

El Papa recordando su carisma dijo que era una mujer plenamente abandonada a la voluntad de Dios, celosa en la caridad, paciente en la adversidad y heroica en el perdón: “Demos gracias a Dios por el luminoso testimonio evangélico de la nueva Beata y sigamos su ejemplo de bondad y misericordia”.

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