Italia se olvida del milagro y hace el ridículo ante Noruega

La selección transalpina necesitaba ganar por 9 goles de diferencia a Noruega para clasificarse de forma directa para el Mundial. Nadie creía en el milagro en San Siro, pero los miles de tiffosi que llenaron las gradas esperaban ver a su selección intentarlo hasta el final y ponerlo todo para intentar marcar el máximo número de goles posibles. Nada más lejos de la realidad.

Sobre el césped Italia fue muy inferior a su rival. Se adelantó en el marcador gracias a un gol de Pio Esposito en el minuto 11, pero se diluyó en la segunda parte hasta hacer el ridículo y acabar siendo un juguete en manos de una Noruega que selló su pase al Mundial 28 años después. Nusa empató el partido y dos zarpazos de Haaland en dos minutos silenciaron San Siro hasta que en el 93, Strand Larsen desnudó a Mancini y dibujó en el electrónico el 1-4 final. 

Italia necesitaba un milagro y salió del estadio humillada y con la sensación de que la crisis que le ha dejado sin disputar los dos últimos mundiales se extiende. No hay ideas y tampoco nivel suficiente. Deberá pasar por una repesca, que ha sido fatídica en los últimos años, y el miedo se ha instalado en una afición que se hartó a pitar a los suyos. Se había soñado con los 9 goles y todo acabó en pesadilla. Italia parece que ya no es Italia.