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Alcaraz derrota al dolor, a Báez y a la lluvia
El tenista español se torció el tobillo en el primer set, pero pudo seguir jugando y acabó ganando por 6-4 y 6-2 a Sebastián Báez para colarse en la segunda ronda.

Alcaraz se coloca el calcetín izquierdo tras serle vendado el tobillo en el que se hizo daño.
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Carlos Alcaraz logró imponerse en su debut en el torneo de Tokio, de categoría 500 y que se disputa sobre pista dura, al argentino Sebastián Baéz por 6-4 y 6-2 en un duelo con un accidentado primer set, en el que debió ser atendido en su tobillo izquierdo por una torcedura y que estuvo suspendido por espacio de unos 25 minutos por la lluvia.
En mitad de un intercambio en el fondo de la pista, el líder del ránking ATP comenzó a cojear y se quedó tendido en medio de la pista con evidentes gestos de dolor. Por momentos, se pensó en una lesión de tendón o de gemelo en la pierna izquierda. Sin embargo, todo quedó en una torcedura de tobillo que no le impidió seguir tras ser vendado.
El parón no alteró la actitud de Báez, valiente en contraste con un Alcaraz ligeramente temeroso por su percance físico. Eso le permitió mantenerse sólido a la hora de servir, detalle que se tradujo en un séptimo juego ganado de nuevo en blanco. El español, en cambio, no estaba tan cómodo, apostando por intentar cerrar los puntos con su saque lo más rápido posible, estrategia que funcionó y le permitió no quedarse atrás.

Carlos Alcaraz se duele en el suelo después del problema en el tobillo sufrido en Tokio.
Abierta la posibilidad de estar metido de lleno, la aprovechó en el noveno juego, donde forzó el 40-40 restando y posteriormente selló el 'break', con un fallo de su oponente en la red en una bola cómoda y el punto ganado mediante un segundo saque que recibió muy dentro de la pista. Con todo de cara para cerrar a su favor el primer set, hizo acto de presencia la lluvia.
Fue un parón ligeramente inferior a la media hora en el que pudo verse a Alcaraz, entre otras cosas, hablando con su equipo y explicándoles que el tobillo le dolía a veces sí y a veces no. Después, ya de nuevo en acción, no perdonó y terminó por cerrar sin mancha el juego que le entregaba el primer parcial por 6-4.

Alcaraz golpea una bola durante su partido contra Báez en Tokio.
La segunda manga la comenzó el murciano como el partido, poniéndose por delante al resto y ofreciendo por el camino una dejada de manual, su acción técnica mas estética hasta ese momento. Consolidada la ventaja en el segundo, se permitió una tregua en el tercero perdiéndolo sin puntuar, con el de Buenos Aires experimentando también con las dejadas, para acabar con una racha de 4-0 entre sets.
Tras ese receso, el número uno del mundo retomó donde lo había dejado, poniendo el 4-1 con una subida de ritmo a la que el contrario no pudo responder para plantar cara. Cómodo sobre su doble rotura, necesitó aún así volver a pasar por la silla antes de acabar finiquitando con un 6-2 su debut con garantías, en una hora y veintiún minutos, pese a las molestias. Ahora tendrá un día para descansar, ya que su siguiente enfrentamiento está previsto para el sábado.