El camino de la moda nos conduce estos días al Palacio de Liria. En ese lugar lleno de historia y cultura tiene lugar en estos días una importante exposición: 'La Moda en la Casa de Alba'. Una muestra que revela "lo bella que era su indumentaria" tal y como reflejaron pintores como Madrazo, Zuloaga o Joaquín Sorolla", explica aCOPE Cool, Eloy Martínez de la Pera, experto en moda y arte y comisario de la exposición, junto a Lorenzo Caprile.

Eugenia de Montijo, influencer universal

La Casa de Alba "siempre ha estado muy presente en el nacimiento de la moda moderna por un personaje tan fundamental en su saga familiar como es Eugenia de Montijo". La aristócrata que llegó a ser emperatriz de Francia era hermana de una duquesa de Alba (por su matrimonio con el duque), confió para su vestuario con "Charles Frederick Worth, el primer diseñador de la moda moderna", explica en COPE, Eloy Martínez de la Pera.

Mantilla y abanico en la corte francesa

La soberana ha sido un referente de la moda de su tiempo y por eso ocupa un puesto de honor en esta exposición. "Fue célebre por sus atuendos, se preocupaba mucho por su aspecto personal y fue en cierta forma pionera en su gusto por la moda".

Se podría decir que "fue la primera Influencer universal, capaz de llevar a la corte francesa prendas tan españolas como la mantilla de encaje, el abanico o las faldas con volantes".

Para esta muestra se han podido traer "cinco vestidos de la emperatriz que nunca habían salido de Francia y que no se habían exhibido nunca". Entre ellos, un par de vestidos de amazona, y una pieza que dentro de la sencillez es mítica; un vestido blanco que el propio Charles Frederick Worth le hizopara viajar a Egipto a la inauguración del Canal de Suez".

Eugenia de Montijo era un Got Talent, capaz de descubrir a todos los talentos jóvenes en este inicio de la moda moderna

Got Talent

Eugenia de Montijo era una "Got Talent, capaz de descubrir a todos los talentos jóvenes en este inicio de la moda moderna", señala el comisario. Cuando preparaba este viaje a Egipto, "se le acercó un joven marroquinero al palacio y le dijo que él le diseñaba las maletas. Se trataba de un joven Louis Vuitton, que sería quien le haría todos los baúles. También se le acercó otro personaje que le dijo que le iba a crear un perfume apra la ocasión; era el gran Guerlain".

La duquesa Cayetana: Un armario sin negro

Damos un salto en el tiempo hasta llegar a otra figura fundamental: La duquesa Cayetana, estrechamente ligada a la moda y a los grandes creadores.

A la duquesa le gustaba el color. En su armario se han encontrado "colores maravillosos en piezas de Dior, Pertegaz, Givenchy o de Pedro Rodríguez, que ha sido una de las personas que más ha cosido para la duquesa".

Sin embargo no había vestidos negros, "es un mandamiento fundamental en lo que ha sido la moda para doña Cayetana, le gustaba el color, mostrarse con alegría y esa alegría de vivir se demostraba en su guardarropa".

De la duquesa recuerda el comisario, el desfile que organizó en el Palacio de Liria, "el primero de alta costura que salía de París". Para ello "llamó a Yves Saint Laurent que acababa de ser nombrado director creativo de Dior y consiguió convencerle para que lo organizara con 14 modelos, 120 vestidos, 2.000 personas y del que lograron un millón de pesetas para las escuelas salesianas de Francos Rodríguez".

Cayetana "supo la importancia que tenía la moda para seducir y convertirse en un camino, en un lenguaje para también las causas sociales".

La moda nupcial, tiene un lugar especial

La moda nupcial tiene un lugar especial en la muestra. "Es la alta costura de la alta costura, los vestidos de novia no son solo un vestido para una persona determinada, sino para una persona y un día determinado".

Eloy Martínez de la Pera destaca tres vestidos míticos en moda nupcial. Uno de ellos el que le hizo Flora Villarreal a la duquesa Cayetana en 1947. "Ella que podría haber vestido de Balenciaga, Dior o de cualquier otro gran diseñador francés, y sin embargo eligió a una mujer de Miranda de Ebro. Demostró que le gusta la moda, pero que no era fashionista".

Otra pieza "maravillosa" es el vestido que le hizo Emanuel Ungaro a Eugenia, duquesa de Montoro para su boda, de corte medieval y con "una costura impecable"

Y por último un vestido realizado por Teresa Palazuelo a su sobrina Sofía, la duquesa de Huéscar.