La COVID-19 ha puesto en el punto de mira, una vez más, las vacunas. ¿Son realmente necesarias? ¿Podemos vivir sin vacunarnos? ¿Qué ocurriría si no nos pusiésemos las vacunas que nos recomiendan los expertos? Estas son algunas de las preguntas que se han planteado en los últimos días tras la aparición del coronavirus en los diferentes países de todo el mundo.

Aunque los colectivos antivacunas cada vez son mayores, la Organización Mundial de la Salud lo tiene claro: las vacunas son necesarias. Y es que, según la OMS, todas ellas evitan entre 2 y 3 millones de muertes al año. A pesar de estas cifras, basadas en casos reales, parte de la población sigue cuestionando lo que se considera como uno de los mayores avances de la salud mundial; de hecho muchos de estos colectivos han aprovechado la crisis sanitaria para impulsar la inmunización.

El presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Pere Godoy, ha estado Poniendo las Calles esta madrugada y le ha explicado a El Pulpo que “no deberíamos cuestionar la efectividad de las vacunas. Las personas que somos más mayores sabemos lo que es vivir sin vacunas; una enfermedad como la varicela puede dejar secuelas importantes si no te vacunas a tiempo. Hay que tener en cuenta que no solo nos protegen como colectivo sino también a nivel individual y eso es indiscutible”.

Es por esto que Godoy tiene claro que la vacuna es la solución más efectiva contra la COVID-19 y, además, añade que “la vacuna de la COVID-19 sería muy útil. Hay mucha presión y seguramente, por ello, en un plazo de un año dispondremos de ella. La incógnita es si una dosis nos va a proteger para toda la vida o si tendremos que revacunarnos año a año como ocurre con la gripe”.