Una novia pide unas flores de Ecuador para su boda y la decisión de su wedding planner cambia el día de unos abuelos: "Toda la residencia"

Patricia Gómez es una de las organizadoras de bodas de moda en el país y revela una de experiencias recientes más curiosas que ha vivido

José Manuel Nieto

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Patricia Gómez es una de las organizadoras de bodas más reconocidas de España. Fundadora de Weddings With Love, su nombre es sinónimo de profesionalidad, pasión y un cuidado extremo por los detalles. Pero, entre las decenas de celebraciones que ha diseñado junto a su equipo, hay una que recuerda especialmente por lo inesperado de su desenlace: una petición floral que terminó alegrando el día a una residencia de mayores entera.

La historia salió a la luz durante una entrevista nocturna en el programa Poniendo las Calles, conducido por Carlos Moreno ‘El Pulpo’, en COPE. Gómez compartió con naturalidad y entusiasmo algunos de los momentos más curiosos y emotivos que ha vivido organizando bodas de lujo, dentro y fuera de España.

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Primer plano de un ramo de novia atado al espejo retrovisor de un coche de lujo.

“A veces los novios piden cosas que parecen imposibles, y a nosotros nos encanta hacerlas realidad”, explicaba Patricia. “Pero hay veces que la vida tiene otros planes, y hay que actuar con corazón”.

Y eso fue exactamente lo que ocurrió con unas flores importadas desde Ecuador, seleccionadas cuidadosamente por la novia para un arco nupcial que, por causas logísticas de última hora, no pudieron utilizarse. La wedding planner tenía dos opciones: desecharlas o darles una nueva vida. Eligió la segunda.

“No podíamos quedarnos con esa cantidad de flores sin sentido. Así que decidimos llevarlas a una residencia de mayores que estaba cerca del lugar de la boda. Y fue precioso, Pulpo. Aquello lo llenamos de color. Me decían: ‘¡Parece primavera!’. Las repartimos por toda la residencia”.

Flores que cruzan el océano

Las bodas de lujo que organiza Patricia Gómez no son celebraciones convencionales. Ella y su equipo trabajan con hasta 35 proveedores por evento, moviendo un staff de más de 300 personas si es necesario. En este caso, la logística floral incluía una delicada importación internacional que se volvió, de pronto, un regalo inesperado.

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Una mesa de boda cubierta con un mantel blanco, decorada con flores, velas, vasos y cubiertos.

“Yo no me imaginaba ese final, pero fue mejor que el inicial. Cuando ves a los abuelos sonreír, cuando te dicen gracias por algo que ni esperaban… te das cuenta de que has hecho algo realmente bonito”, comentó con la voz visiblemente emocionada.

Este tipo de gestos dan sentido al modelo de trabajo que defiende Patricia: uno en el que el trato humano es la base del éxito. Ella lo resume así: “Nosotras cuidamos. Cuidamos a los novios, a las familias, a los invitados… y también a quienes se cruzan en el camino”.

El gesto, que ya ha comenzado a circular en redes sociales, ha servido para poner el foco sobre una industria en pleno auge, donde el componente emocional es cada vez más relevante. Según datos de plataformas como Bodas.net, el sector nupcial ha cambiado radicalmente en la última década. Las celebraciones ya no duran un día: muchas se alargan durante todo un fin de semana, en lo que se conoce como bodas experienciales.

“Nosotros hacemos bodas de jueves a domingo. Preboda uno, preboda dos, boda y una ‘full party’. Es que la gente se traslada desde Australia o desde Miami… ¡para una boda de ocho horas no se cruzan el Atlántico!”.

Vocación, selección y conexión personal

Una de las claves del éxito de Weddings With Love está en su proceso de selección. Patricia explica que solo organizan 15 bodas al año, y no por falta de demanda. “Hacemos una primera reunión y decidimos si ‘nos casamos’. Si no conectamos, no seguimos. Cada pareja tiene su wedding planner ideal. Si no somos nosotras, no pasa nada”.

Esa sinceridad ha sido uno de los pilares que ha consolidado a Patricia Gómez como una de las figuras más influyentes del sector nupcial en España. Lo demuestra la confianza que deposita en ella gente tan diversa como futbolistas, artistas y anónimos que sueñan con una boda única.

Y en medio de tantas planificaciones, lluvias inesperadas —como le ocurrió en la boda de Marcos Llorente y Paddy Arévalo—, contratiempos y emociones, Patricia se queda con una idea sencilla:

“La mayor recompensa es ver a la gente feliz. Eso no se puede planificar del todo, pero sí se puede provocar”.

Gracias a un contratiempo logístico, decenas de abuelos vivieron un día especial. Y una novia que soñaba con flores de Ecuador acabó sembrando alegría mucho más allá de su boda.