"San Francisco de Asís es uno de los personajes más representados en el Museo del Prado"
Fr. Luis Esteban Larra, OFM Conv. ha repasado la presencia del santo italiano en la pinacoteca madrileña en su último libro 'San Francisco de Asís en el Museo del Prado'

"San Francisco de Asís es uno de los personajes más representados en el Museo del Prado"
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San Francisco de Asís es uno de los santos más populares de la historia. Nacido en Asís, en el centro de la península itálica, a finales del siglo XII, en el seno de una familia rica de comerciantes. Una abundancia que poco tendría que ver con la pobreza en la que decidió vivir, por voluntad propia, el resto de su vida.
San Francisco fundó la Orden de Frailes Menores, la orden franciscana, una de las órdenes de frailes mendicantes más importantes de la historia. Junto a su seguidora Clara de Asís, que también sería declarada santa, fundó la Segunda Orden de san Francisco, la de las hermanas clarisas. Y, finalmente, la Tercera Orden, formada por laicos que querían vivir la espiritualidad franciscana de cerca.
San Francisco de Asís es una de las grandes inspiraciones de Jorge Mario Bergoglio. De hecho, eligió el nombre de Francisco en su honor cuando fue elegido Papa en 2013.
Pero el Papa no es la única persona que se ha sentido inspirada por el santo italiano. Numerosos artistas a lo largo de la historia han plasmado en pinturas de todo tipo la figura del poverello, como tradicionalmente se le conoce.
De hecho, es una de las figuras religiosas más representadas en el Museo del Prado, apareciendo en hasta 173 obras de arte de la pinacoteca madrileña. Lo sabe bien Luis Esteban Larra, franciscano conventual y periodista que acaba de publicar el libro San Francisco de Asís en el Museo del Prado, que edita PPC.
Francisco de Asís "sigue tocando el corazón de las personas, sigue hablando de lo esencial: de lo superflua que es la riqueza, centrándose en lo fundamental que es la pobreza; de la sencillez de la naturaleza; sigue convocándonos a todos a trabajar por la paz, a levantar puentes y no muros, a acortar distancias; porque sigue invitándonos a un encuentro personal con Dios y con el Crucificado... todo esto hace de él un hombre eterno, 800 años después", ha explicado el franciscano conventual.
"Cualquier persona puede ver en la web del Museo del Prado la cantidad de cuadros que sólo en la pinacoteca madrileña tienen a Francisco de Asís como protagonista principal o acompañado por algún otro santo. Todos los grandes autores han retratado a Francisco. Sobre todo en escenas muy representativas de su vida y, en especial, en el acontecimiento que ocurrió dos años después de su muerte, que fue la estigmatización, la impresión de las marcas del Crucificado en su cuerpo, en sus manos, en sus pies y en su costado. Esa escena, que en la espiritualidad barroca tanto marcó, es quizá la imagen más representada", ha afirmado Luis Esteban Larra.
El periodista presenta en su libro doce de esas pinturas que cuelgan de los muros del Prado, de autores tan célebres como Murillo, Zurbarán o El Greco. Todas tienen en común "la presentación del rostro de Francisco. Lo que hacen estos grandes pintores es meterse en el personaje de Francisco en ese instante que retratan. A veces con unos tonos absolutamente claros y nítidos, y otras veces a través de ese claroscuro propio de este caravaggismo que hacen que intuyamos qué es lo que acaba de recibir Francisco, qué experiencia está viviendo o qué actitud nos invita a realizar", asegura el franciscano conventual.
"No olvidemos que estos cuadros están expuestos en un lugar cultural, pero fueron pintados para una iglesia, para un claustro o para un convento, y fueron pintados para invitar a la piedad de aquellos que pasaran por allá y descubrieran el rostro de Francisco, la postura de sus manos, en esa actitud arrodillada, en los objetos que aparecen pintados, como el Evangelio, un frasco de cristal imitando a la pureza... en todos ellos se nos está invitando a imitar al santo. A contemplar, pero yo lo que he querido es convertir el Museo del Prado no solo en un espacio cultural sino también de culto, para que aquellas personas que quieran acercarse a Francisco puedan orar con él y como él", concluye Luis Esteban Larra.