El tiempo al revés: el norte de Europa azotado por el calor; el sur, por lluvias y frío

Esta primavera le ha dado la vuelta al tiempo tradicional en las regiones europeas. Es la última “anomalía” climática destacada por los científicos

El norte de Europa azotado por el calor y la sequía, el sur, por lluvias torrenciales y frío
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La primavera le ha dado la vuelta al tiempo tradicional en Europa: ¿Qué está pasando?

Sefi García

Publicado el - Actualizado

7 min lectura

El norte de Europa azotado por el calor y la sequía, el sur, por lluvias torrenciales y frío. Esta primavera le ha dado la vuelta al tiempo tradicional en las regiones europeas. Es la última “anomalía” climática destacada por los científicos. El tiempo se normalizará la próxima semana de manera generalizada, pero los fenómenos extraños se repiten con mucha frecuencia. El clima está cambiando.

 EXCEPCIONAL POR LA DURACIÓN  

Durante tres meses, anticiclones de bloqueo han enviado borrascas al sur de Europa. No hay memoria científica de que esto se haya prolongado durante tanto tiempo antes, generando sequía y calor en Noruega o Finlandia, por ejemplo, y triplicando las lluvias en nuestro país. “Es una situación que en sí misma no es excepcional, o sea que esto ocurra no es excepcional-asegura  Samuel Benito Barca, investigador contratado en el IGEO (centro Mixto CSIC-UCM), experto en Meteorología y doctor en Ciencias Físicas,-lo que ha sido excepcional es la duración y la repetición de evento de este mismo momento durante tanto tiempo”. Este fenómeno es algo normal “lo excepcional ha sido eso que duraba 10 días, desaparecía 2 días, pero volvía y volvía y se ha venido repitiendo mucho tiempo.  Una posible causa de la excepcionalidad en la duración,  puede ser un calentamiento súbito estratosférico,  es decir, una situación de calentamiento muy anómalo en la estratosfera a partir de los 15-20 km de altura-apunta el meteorólogo- esta situación provoca que durante las semanas siguientes pueda darse ese revertimiento, digamos de la situación normal, ese mundo al revés climático, entonces creemos que la influencia de este calentamiento súbito  que ocurrió a mitad de marzo ha ayudado a que se mantenga durante tanto tiempo esta situación excepcional”.

 EMPIEZA EL CALOR EN ESPAÑA  

La situación climática está a punto de normalizarse. La próxima semana el calor se generalizará, incluso por encima de los 30 grados en todo el país, donde todavía quedan zonas en las que va a caer mucha lluvia, y las precipitaciones volverán al Norte de Europa, donde tendrán temperaturas típicas de esta época. La pregunta es si este fenómeno tan largo volverá a producirse en breve. Explica Samuel Benito que “en principio esto no es consecuencia de lo que llamamos un forzamiento externo, no es un evento forzado,  sino que entra dentro de lo que denominamos variabilidad natural de la atmósfera,  que son al final las oscilaciones, los cambios naturales propios del sistema atmosférico, que es un sistema caótico, que no es algo que se mantenga constante, sino que tiene sus variaciones”. El meteorólogo asegura que “no hay nada que nos indique que pueda ser más frecuente. Puede volver a ocurrir, pero no tiene por qué ser más frecuente ni volverse más frecuente”.

 SE REPITEN LOS FENÓMENOS POR TEMPERATURAS ALTAS  

El caos hace impredecible la frecuencia de estos fenómenos raros, pero los meteorólogos sí han observado un aumento de las temperaturas cálidas “de hecho, hay una fórmula matemática  por la que se pueden estimar los récords que esperaríamos que ocurrieran en un año. Esos récords-aclara el investigador- serían el mismo número para récords cálidos y récords fríos en un clima que no esté  alterado, en un clima que no esté cambiando. Sin embargo, observamos que hay muchos más récords  cálidos que récords fríos. Se están batiendo aproximadamente 10 récords más cálidos de los  que esperaríamos en un clima no alterado y, sin embargo, se están batiendo la mitad de récords  fríos de los que esperaríamos”.

Más complicado es medir las lluvias porque “la precipitación puede ser muy local. Entonces, puede ocurrir que, por un lado, se batan los mismos  récords de precipitación, pero que seamos capaces de medir más, ya que tenemos más estaciones de  medición y, por otro lado, es una variable muy ruidosa. Esto quiere decir que no sigue  una frecuencia fácilmente calculable, por decirlo así. Entonces, en principio, en lo que son precipitaciones extremas, lo que sería en récords de precipitación, todo viene muy marcado por la  dana de octubre. Ahí sí que se batieron muchos récords de intensidad de precipitación. Si hablamos  de precipitación acumulada, es verdad que no observamos a nivel regional, a nivel de España,  un aumento de la cantidad total de precipitación. Si nos fuéramos región a región, sí que pueden  observarse en algunas regiones unos cambios, pero no son cambios realmente grandes”.

 EL CLIMA ESTÁ EVOLUCIONANDO  

Así lo entiende el ecólogo, profesor de la Universidad de Navarra, Arturo Ariño, atendiendo a los datos que manejan los centros europeos procedentes de Copérnicus. Vaticinan “que efectivamente vamos hacia unos regímenes más cálidos,  eso es seguro, y eso también, a su vez,  cambia la distribución de lluvias, entre otras muchas cosas.  Yo diría que sí,  porque todo este exceso de energía que hay ahora mismo  en la superficie del océano y en la atmósfera,  tiene que ir a alguna parte-explica- de pequeños recordamos que nos enseñaban que la energía ni se crea ni se destruye,  pero a algún sitio tiene que ir. Entonces, se disipa a través de fenómenos o mecanismos climáticos, más o menos complejos,  pero que tienden a ser cada vez más extremos  cuanta más energía haya disponible para el sistema atmósfera-océano, más energía, más probabilidad de que esas disipaciones de energía  sean más intensas o incluso más violentas.  Así que es bastante probable que los episodios extremos  aumenten tanto en intensidad como en frecuencia, es decir, haya cada vez menos intervalo entre unos y otros”.

La situación actual hace que las predicciones, entiende Ariño, sean más inestables, es decir que sea más difícil acertar “más allá del séptimo, octavo, noveno día, porque en unos pocos días se cambia tanto la situación atmosférica que hay que volver a hacer funcionar los modelos,  lo que habías creído que iba a ocurrir dentro de diez días, tres días después ya no es lo mismo,  a mí me está pasando bastante para la predicción del contenido de polen que tengo que hacer,  semanalmente, entre otras cosas,  hasta el cuarto día, más o menos,  creo que se puede ver bastante bien cuál va a ser el tiempo, pero a partir de allí ya es un poco más inseguro”.

Esto significa que va a costar más predecir una ola de calor, o lluvias torrenciales. Y detrás de estos fenómenos está además la temperatura en la superficie de los océanos mucho más alta de lo normal y el deshielo, que hace que se refleje menos radiación solar que provoca que “las pautas de circulación atmosférica y oceánica,  es decir, la forma en que se mueve normalmente el aire,  cargado de humedad,  las distintas masas de temperatura,  también cambian con respecto a sus posiciones habituales. Entonces, las bandas de lluvias te pueden desplazar a otros sitios,  las posiciones de los anticiclones y las zonas de baja presión,  se desplazan entre sí y cambia el lugar en el que llueve: más sequías o más inundaciones,  o sequías e inundaciones en los sitios donde no eran habituales”.

 INDISPENSABLE ADAPTARSE  

El ecólogo ve más que probable que esto ocurra, a pesar del comportamiento caótico del clima. Lo ideal a su entender, sería evitar los factores que están acelerando el cambio, y si no es posible tomar precauciones y adaptarse con medidas que “muchas veces tendrán que ser soluciones de tipo de ingeniería,  incluso en algunos casos, aparte de cosas de sentido común,  a nadie se le debería ocurrir nunca más, por ejemplo,  poner un camping en un lugar donde históricamente había habido avenidas de agua, eso ya lo hemos superado,  pero es posible que haya que prever que los sitios  donde había inundaciones, ya no son los de antes,  los sitios donde había sequía, no sean los de antes, y si conseguimos preverlo,  cosa que es, tengo que admitirlo, bastante difícil, por lo menos intentar empezar a anticiparnos,  incluso usando ingeniería o tecnología de doble uso,  que tenga dos resultados o dos funcionalidades posibles,  por ejemplo, cuando se crea un embalse, puede tener múltiples funciones,  una de ellas es almacenar agua, efectivamente,  para suministrar un regadío, suministrar a una población, otra es controlar avenidas, pero puede ser también que tenga una función de evitar precisamente una inundación, es decir, hay que intentar optimizar los recursos,  hacer que sirvan un poco para todo”, y dejar como último recurso “soluciones ya solo para controlar una catástrofe  cuando ya parezca inevitable que se vaya a producir.  Pero que van a cambiar las inundaciones y las sequías,  sí, eso podemos estar bastante seguros de que va a ser así”.

 LAS CONSECUENCIAS VISIBLES E INVISIBLES  

Encontramos al profesor Ariño en California, estudiando con sus alumnos las consecuencias de los incendios. “El gran incendio del Dixie, (ocurrido en 2.018) que es el mayor que ha habido en California,  y fue de tal intensidad que alteró las propiedades del suelo,  no solo creaba su propio clima de torbellinos de fuego,  sino que llegó a cambiar lo que normalmente hubiera servido  para regenerar el suelo, como el banco de semillas,  pues llega a esterilizarlo por completo”. Son los efectos a largo plazo las consecuencias de este viraje climático, tenemos efectos a corto plazo, efectos inmediatos,  efectos muy visibles, que los vemos en la televisión, como la dana,  y efectos a largo plazo, que son bastante más insidiosos,  porque son más persistentes.  Los ecosistemas reaccionan a unas condiciones que han tenido. Esos efectos son igual de importantes o incluso a veces puede que más.

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