María San Gil hace hincapié en olvidar los prejuicios y mostrar la fe: "Los católicos no podemos tener miedo ni complejo"
Desde el 15 hasta el 17 de noviembre tendrá lugar el XXVI Congreso de Católicos y Vida Pública organizado por la ACdP y la Fundación Universitaria CEU San Pablo. Su codirectora nos desvela en COPE y TRECE todos los detalles
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'Quo vadis, domine?' Es la famosa pregunta que el apóstol San Pedro hizo a Jesús cuando se disponía a huir de Roma por la vía Apia. Ésta frase en la latín significa. '¿A dónde vas?', y desde el Congreso Católicos y Vida Pública que organiza la Asociación de Propagandistas y la Fundación Universitaria CEU San Pablo, han querido ir un poco más allá y detrás de 'Quo vadis?, se esconde una pregunta que en realidad nos afecta a todos como sociedad.
Hemos escuchado infinidad de veces la idea de que los fundamentos humanistas, el humanismo cristiano, los valores por los que es reconocido Occidente se están perdiendo, se están debilitando, avanza la secularización y Occidente cada vez más relativista. Este congreso nace precisamente con la idea de combatir el avance del relativismo. María San Gil, codirectora de este congreso y también vicesecretaria general de la Asociación Católica de Propagandistas, nos ha acompañado tanto en 'Mediodía COPE' como en 'ECCLESIA al día', en TRECE, para contarnos todos los detalles del evento que va a tener lugar desde el 15 al 17 de noviembre.
Nos dirigimos al desorden, al caos, a la desorientación. Es el momento de pararnos, de reflexionar"
Hemos aprovechado la oportunidad para preguntar a nuestra invitada hacia dónde nos dirigimos como sociedad, haciendo así hincapié en el lema elegido para las jornadas: "Creo que nos dirigimos al desorden, al caos, a la desorientación. Y por eso yo creo que es el momento, es otro momento más de pararnos, de reflexionar. Los católicos tenemos que ver esa sociedad tan nihilista, tan materialista y tan individualista en la que vivimos, cómo queremos darle una vuelta para que la siguientes generaciones tengan una sociedad como la que tuvimos nosotros, en la que los valores del humanismo cristiano fueron los que cimentaron nuestra forma de ser y nuestra forma de de evolucionar", apuntaba la co directora del congreso que celebra ya su edición número XXVI.
los nuevos brotes verdes de la iglesia: emaús, effetá o hakuna
La transmisión de la fe y la fractura que ésta experimenta es otro de los temas fundamentales que se tratará en el encuentro. "En muchas ocasiones hay que recurrir a los abuelos, que son los que enseñan a rezar a los niños, les enseñan a ir a misa. Hay una generación de padres que están muy desvinculados de toda esa religiosidad, pero por otro lado estamos viendo también que los jóvenes ya no se hacen franciscanos pero sí van a realidades como Emaús, Effetá o Hakuna. De repente han surgido esos brotes verdes en los que los jóvenes encuentran la forma de dar respuesta a esas inquietudes que tienen de buscar algo más trascendental de lo que les ofrecen las redes sociales o su día a día", añadía ante los micrófonos de COPE, María San Gil.
la pérdida de valores cristianos en europa, otrA de las llaves del XXVI CONGRESO
"Si les preocupa y les inquieta es porque se dan cuenta que la sociedad tal y como esta no les termina de llenar, no les termina de convencer, no satisface sus necesidades más profundas. No digo las materiales que esas las tienen al cabo de la calle. Creo que esto va a cambiar, no podemos dejar de pensar y de actuar y tenemos que seguir sembrando, que probablemente no lo recogeremos nosotros, pero la siembra nos corresponde a nosotros para que otras siguientes generaciones recojan y es momento de sembrar", declaraba nuestra invitada.
Recuperar la fe es una tarea difícil pero no es imposible, María San Gil es un ejemplo claro de ello: "Yo fui a un retiro de Emaús y para mí fue un chocarme de bruces con el amor de Dios y desde entonces mi vida cambió a muchísimo mejor. He querido seguir profundizando en en esa fe"
la importancia de mostrar el mensaje de la fe que profesamos
Además, María también ha apuntado la importancia que tiene en los cristianos el no tener prejuicio, el mostrar el mensaje de la fe que profesamos de forma transparente y a todo el mundo. "La religión no se esconde, queremos volver a hablar de nuestra religiosidad en la calle con absoluta naturalidad. Entonces, no hay que tener complejos. El que es de un equipo de fútbol determinado no tiene complejos y los católicos, desde luego, no podemos tener ni miedo ni complejo porque el mensaje que queremos trasladar es el mejor que hay", finalizaba nuestra invitada.