La vacunación sigue marcando este mes de mayo. Primero porque el presidente del Gobierno no deja pasar ni un solo día sin hablar de su tema estrella: las vacunas. Hoy lo ha hecho incluso con la bata blanca durante una visita a un laboratorio de Granada donde fabrican el principio activo de la vacuna Moderna. En una comparecencia sin preguntas, Pedro Sánchez, ya es abonado a este formato, ha vuelto a sacar pecho porque están cumpliendo los objetivos: “Hemos suministrado ya 21 millones de dosis, son más de seis millones de compatriotas que tienen la pauta completa, y del 12 de marzo al 12 de mayo, hemos superado los 15 millones de dosis administradas”.

Y luego está la carrera que han abierto las comunidades autónomas por ver quién se adelanta y vacuna a la población de menos edad. Ayer abrió esa carrera Cataluña, planteando que van a vacunar a los menores de 40 años en julio y hoy se ha sumado el presidente de Castilla-La Mancha. Dice que ellos lo van a hacer a los treintañero en junio. Quién da más. Lo que está claro es que el plan de vacunación está cogiendo velocidad con un problema sobre la mesa que siguen sin resolver. En España solo se ponen las vacunas de AstraZeneca a la población de entre 60 y 69 años. Y hay un buen puñado de comunidades que ya están vacunando por debajo de esa edad. ¿Qué hacen con las vacunas de AstraZeneca? Ese es el gran debate que ha llevado a Madrid y Andalucía a presionar a Sanidad. Si no toman una decisión, ellos pedirán voluntarios. En las últimas horas hemos conocido el caso de Extremadura.

Allí, han vacunado a un centenar de profesionales esenciales con AstraZeneca a pesar de que tienen menos de 60 años. Eva Gómez. Tiene 51 años, es docente de secundaria, y a ella la citaron el miércoles a la vacunación masiva en Palacio de Congresos de Cáceres. Se siente engañada: “Tanto si es un error humano o no, se está jugando con la salud de las personas. Me siento engañada y decepcionada”.

Desde la Junta de Extremadura aseguran que es un error humano pero no indican cómo lo van a resolver. A nadie se le escapa el excedente de vacunas de AstraZeneca que hay en las neveras y que, con la limitación en la franja de edad, ahora mismo no hay a quién ponerlas.

Por lo demás, hoy en Herrera en COPE ha estado el líder de Vox Santiago Abascal. Su partido denunció la maniobra del gobierno para blindar a Pablo Iglesias dentro de la comisión parlamentaria del CNI. A él y al todopoderoso Iván Redondo. Lo hicieron colando su nombramiento en un decreto de medidas para luchar contra el coronavirus. El Constitucional lo ha tumbado lo que deja a Abascal con una sensación agridulce. La respuesta del Alto Tribunal llega tarde: “No podemos ocultar nuestro sabor agridulce por la tardanza del Tribunal Constitucional, igual que también ante los recursos sobre los dos estados de alarma que aún no han sido resueltos a pesar de que ya ha concluido el estado de alarma”.

Lo que sí es consecuencia de esta decisión del tribunal es que la vicepresidente impuesta por Iglesias, Yolanda Díaz, no podrá así entrar en esa comisión del CNI sin que le corresponda.