A esta hora tengo gran interés por saber lo que va a decir la ministra Nadia Calviño sobre el vergonzante charco en el que se ha metido el Gobierno. Ya sabes que la titular de Economía no es partidaria de derogar de golpe la reforma laboral. Y es precisamente lo que ha firmado su partido, en un compromiso rubricado junto a Podemos y BILDU, los herederos del brazo político de ETA.

El PSOE podría haberse buscado cualquier otro compañero de viaje, pero han elegido a los menos indicados, cuya historia no ha sido precisamente la de proteger a los trabajadores. Ni tampoco la de garantizar su vida.

Tengo interés en saber lo que va a decir Calviño, que comparece a las cinco de la tarde en el Círculo de Economía, porque será una oportunidad para saber lo que dijo cuando se filtró ese documento con el sello y la firma del PSOE, de Podemos y de Bildu. Calviño tiene un buena oportunidad también para explicar las consecuencias que va a tener en este momento derogar la reforma laboral y que no es otra que una gran barrera a la contratación. Los empresarios que son los que generan empleo no lo ven oportuno, Bruselas a la que vamos a tener que suplicar en breve, tampoco. ¿Y Nadia Calviño?

Entre todas las reacciones que hoy hemos escuchado a ese acuerdo, ha destacado la de José María Aznar. El ex presidente del Gobierno ha estado en Herrera en COPE. Estas eran sus palabras: “Es como aquel que está cavando un pozo, cava un pozo, cava un pozo, cada vez lo cava más, y se puede estar dentro del pozo y no se preocupa de que las paredes del pozo no se puedan derrumbar.Y lo que nos ha pasado a nosotros es que se nos han caído las paredes del pozo, se nos están cayendo las paredes encima”.

A pesar de la rectificación del Gobierno, del PSOE, desde BILDU y Podemos hoy les han contestado que lo firmado, firmado está y es lo que vale.

La decisión de derogar la reforma laboral llega en un momento de máxima excepcionalidad. Desde hoy, como novedad, es obligatorio el uso de mascarillas. El Gobierno ni siquiera las financia como si fuera un medicamento, lo que va a suponer un enorme gasto en familias como Mar. Vive en Ferrol y tiene 12 hijos. Así lo ha explicado ella: “Tenemos dos para cada uno por ahora, y bueno pues planchar cuando lleguemos a casa y hacer que duren un poquito más. Es imposible. Entonces planchar estas blanditas, y pasarlas el vapor y esperar que duren un ratito más”.

Obligación, sin facilidades, que hace que el gasto de las familias crezca en un situación de debilidad para muchas personas en España.