No basta estar cansados de la guerra

Con el horror de estos días en los ojos, la película puede parecernos demasiado optimista, pero yo creo que comunica una verdad a la que debemos asirnos con fuerza

00:00

No basta estar cansados de la guerra

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Las horribles escenas de estos días en Israel me han hecho recordar una película que vi hace años, se titulaba “Una botella en el mar de Gaza”. Una joven israelí que vive en Jerusalén con su familia acaba de vivir la experiencia traumática de un atentado terrorista en un café de su barrio. Entonces decide escribir una carta a un palestino imaginario en la que expresa su incomprensión ante el odio que marca la relación entre ambos pueblos. Mete la carta en una botella y se la entrega a su hermano, pidiéndole que la tire al mar cerca de Gaza, donde está prestando su servicio militar.

Unas semanas después, recibe la contestación de alguien que firma con el apodo “Gazaman”. Se inicia así una relación a distancia en la que se va desvelando, a través de múltiples dificultades, la común humanidad de un palestino y una israelí. Todo su bagaje parece que los separa, que incluso les conduce a un choque inevitable. Sin embargo, poco a poco, los recelos, las viejas heridas y los resentimientos recíprocos, abren paso a un camino de reconocimiento mutuo.

La relación de ambos salpicará a sus respectivas familias, nada dispuestas a secundar el camino de sus hijos. Me lo han recordado unas palabras del Patriarca de Jerusalén, el cardenal Pizzaballa, en las que reconoce que la población, tanto israelí como palestina, está cansada de la violencia, pero también es cierto que domina la desconfianza recíproca. “No basta con no querer la guerra, dice el Patriarca, hay que empezar por favorecer relaciones de buena vecindad, aunque eso también es muy difícil para ambas partes”.

Con el horror de estos días en los ojos, la película puede parecernos demasiado optimista, pero yo creo que comunica una verdad a la que debemos asirnos con fuerza: el corazón humano está hecho para el bien, para la justicia y para la belleza. Siempre puedo reconocer al otro, por distante que me resulte su fisonomía y su historia. Es verdad, no basta con estar cansados de la guerra, hace falta querer construir la paz con tus vecinos.

Programas

Los últimos audios

Último boletín

04:00H | 21 SEP 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking