La diferencia horaria fue la que hizo que Luna Sospedra no naciese el mismo día que el alunizaje en España, ya que aunque en Estados Unidos aún era 20, ella celebra su cumpleaños mañana, día 21. Su vida ha estado ligada siempre al satélite y al Apolo XI, hasta tal punto que llegó a conocer a Neil Armstrong en Tenerife, cuando visitó el hotel en el que trabajaba.

Pero este no es el único lazo de unión que tiene con la misión espacial. Y es que cuando volvió a Mérida, su ciudad natal, descubrió que el Apolo XI había llegado hasta allí. Cerca de su nueva residencia vivía un hombre mayor con el que entabló muy buena relación, hasta el punto que descubrió que había trabajado en Cabo Cañaveral durante la misión del Apolo XI. Una vez más, esta misión aparecía en su vida.

La verdad es que aunque todo el mundo la conozca desde pequeña como Luna, o Lunita, no ha sido hasta hace un año cuando los documentos oficiales la consideraron tocaya de nuestro satélite. Hasta entonces, para las autoridades se llamaba María Ángeles, y Luna se consideraba un apellido. Cuando adoptó a su hijo, fue cuando se atrevió a presentar toda la documentación para que se le reconociese Luna como su tercer nombre. La vida de María Ángeles Luna Sospedra ha estado ligada desde pequeña al cuerpo celeste, y sobre la posibilidad de cerrar el círculo visitándolo, Luna lo tiene muy claro: “Que me preparen físicame, que yo voy”. Por cierto, aunque un día antes, feliz cumpleaños, Luna.