Los ultraprocesados, el nuevo tabaco para la salud pública: alertan de sus 32 efectos nocivos
Un estudio de The Lancet desvela la "evidencia abrumadora" del daño que causan estos productos, desde obesidad y cáncer hasta un mayor riesgo de mortalidad, como analizamos en 'La Tarde'
Madrid - Publicado el
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Cada vez son más los consumidores que recurren a productos como lasañas precocinadas o pizzas congeladas por la falta de tiempo para cocinar. Este incremento en el consumo de ultraprocesados coincide con la publicación de un estudio en la revista científica The Lancet que advierte que comer este tipo de alimentos es perjudicial para la salud de 32 maneras diferentes. Los datos son contundentes y revelan un mayor riesgo de obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, depresión e incluso un aumento de la mortalidad.
Este ha sido el tema de debate en el programa 'La Tarde' de COPE, conducido por Pilar García Muñiz. En la tertulia, la periodista Paloma Esteban ha reconocido que, aunque el tiempo es escaso, intenta tomar conciencia y cocina durante el fin de semana para el resto de la semana, eliminando los ultraprocesados casi por completo. Por su parte, la también periodista Isabel Durán ha admitido un consumo más frecuente, aunque diferenciando entre la comida casera preparada que venden algunos supermercados y los productos fabricados industrialmente.
El nuevo tabaquismo
Para analizar las conclusiones del estudio, el programa ha contado con la intervención de José María Martín Moreno, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia. El experto ha confirmado la gravedad del asunto y ha comparado el impacto de estos productos con el del tabaco. "Los ultraprocesados no solo engordan, que también desajustan el metabolismo, aumentan la inflamación y, sobre todo, desplazan de la mesa los alimentos que nos protegen", ha afirmado Martín Moreno.
Los ultraprocesados no solo engordan, que también desajustan el metabolismo, aumentan la inflamación y, sobre todo, desplazan de la mesa los alimentos que nos protegen"
El catedrático ha enumerado la larga lista de patologías asociadas, que incluye "diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, renales, digestivas", e incluso depresión. Ha destacado que la nueva evidencia acumulada por el estudio de The Lancet confirma que su consumo "aumenta incluso la mortalidad por todas las causas", yendo más allá del sobrepeso y la obesidad.
Qué son y cómo identificarlos
A petición de la periodista Isabel Durán para aclarar la confusión existente, Martín Moreno ha definido de forma pedagógica qué es un ultraprocesado. Según el experto, son "productos que no salen del campo ni de la cocina directamente, salen de la fábrica", elaborados con "ingredientes muy refinados y muchos aditivos". A diferencia de un alimento fresco (una manzana) o uno simplemente procesado (un yogur natural o pan tradicional), un ultraprocesado como "un pastelito industrial relleno" o "una salchicha tipo Frankfurt" apenas conserva el alimento original.
El daño, explica, no reside únicamente en el exceso de azúcar, grasa o sal, sino también en los aditivos químicos y posibles contaminantes. De hecho, su diseño está pensado para ser irresistible. "Se busca precisamente que sean adictivos", ha sentenciado Martín Moreno. Gracias a los potenciadores de sabor, se consigue que sean "muy palatables" y fáciles de consumir rápidamente, un factor que encaja con el ritmo de vida actual pero que resulta perjudicial para la salud.
Se busca precisamente que sean adictivos"
Para detectarlos, una pista es mirar la lista de ingredientes en la etiqueta: cuantos más aditivos con nomenclaturas tipo 'E' contenga, menos saludable será. "Cuanto menos, mejor", ha aconsejado. El catedrático también ha advertido de que el sistema de etiquetado NutriScore se queda corto, ya que se basa en nutrientes y no en el grado de procesamiento, permitiendo que algunos ultraprocesados reformulados obtengan una buena calificación sin ser saludables.
La necesidad de una regulación
El estudio de The Lancet sugiere regular estos alimentos de forma similar a como se hizo con el tabaco. Entre las medidas propuestas se incluye un etiquetado frontal más claro y visible, similar a las advertencias de las cajetillas, y un aumento de los impuestos para desincentivar su compra. "Hoy día es más barato comprar un ultraprocesado que comida real", ha señalado Pilar García Muñiz. Martín Moreno se ha mostrado totalmente a favor de esta regulación.
Alimentos ultraprocesados, un riesgo para la salud
En su opinión, no se trata de paternalismo, sino de asegurar que "el interés comercial no pese más que la salud", poniendo reglas claras a las empresas y protegiendo a los ciudadanos, especialmente a los menores. El experto ha celebrado la reciente decisión del Gobierno de prohibir los ultraprocesados en los menús infantiles de los hospitales, una medida que considera acertada aunque tardía. "Lo que tenemos que hacer es una sociedad en que lo más sano sea lo más fácil y no al revés", ha concluido, sugiriendo reducir o eliminar los impuestos de los alimentos frescos y saludables.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.