El presidente de Francia, Emmanuel Macron, quiere imponer por ley el dictado a los alumnos franceses. La causa es que el ministerio de Educación ha detectado que un 27% de los alumnos de primaria carece del nivel de francés suficiente para pasar a secundaria. Esta es una vieja reivindicación en Francia, donde los gobiernos sucesivos han tratado de convertirlo en uno de los pilares de la educación, frente a la reticencia de los profesores, que prefieren métodos más modernos. Pero, ¿qué pasa en nuestro país? ¿Qué ha sido de él después de la última reforma educativa, de la llamada ley Celáa? Ni el dictado ni la regla de tres, junto a otras enseñanzas como los números romanos, aparecen de forma explícita en el currículo de Primaria, pero tampoco se eliminan, es decir, que quedan un poco a expensas de lo que decida el profesor.

En La Tarde de COPE, Pilar Cisneros ha tratado este tema con Verónica Nistal, psicóloga y profesora en los Grados de Educación de la Universidad a Distancia de Madrid, y con Víctor Cerrudo, maestro de educación infantil en el colegio Virgen de Peña Sacra de Manzanares el Real y autor del libro "Manual práctico para enseñar a leer y escribir".

¿Acierta el Gobierno francés con la decisión de imponer el dictado? “Yo estoy totalmente de acuerdo con que haya dictados, pero hacer dictados sin una base es bastante complicado”, así lo ha comentado esta tarde Verónica, profesora de universidad. En el caso de sus asignaturas, asegura que “los dictados se hacen con un fin, es decir, para una evaluación inicial, por ejemplo”.

¿Se ha quedado obsoleto el dictado como método de enseñanza? Víctor, profesor de infantil, opina “que no es la mejor herramienta para enseñar ortografía”. La principal función del docente, asegura, es prevenir las faltas de ortografía. “El dictado fomenta la pedagogía del error”, así de claro lo ha comentado Víctor. Y es que si el niño no sabe cómo escribir una palabra y la escribe mal, esa imagen errónea, asegura, se fija en el sistema ortográfico del niño.

Verónica es partidaria de trabajar primero las palabras para luego evitar los errores ortográficos. “Siempre hacer dictados con una lógica, con una coherencia”, afirma. El objetivo de Víctor con sus alumnos es similar al de Verónica, es que un niño nunca escriba mal una palabra. Por lo tanto, desde que son pequeños les enseña a que pregunten y cualquier duda ortográfica se la resuelve él.

El tema visual es muy importante para ambos profesores. “Leer y escribir está totalmente relacionado”, así lo ha comentado en La Tarde, Verónica Nistal. En cuanto al eterno debate entre la escritura a mano y la escritura a ordenador, Víctor asegura que “la escritura a mano debe ser predominante”, aunque es muy importante también “que aprendan otro tipo de formas de escritura”.