Es pediatra, visita a un niño en el hospital de Oviedo y lo que le cuenta de su enfermedad le da una lección

Se llama Santiago Jiménez y cuenta en 'La Tarde' cómo la vida de varios de sus pacientes ha mejorado notablemente y ya no les cuesta tanto ir al hospital

Ana Rumí

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Podemos convenir que los hospitales no son el lugar en el que uno quisiera estar. Y no porque el personal sea malo o lo sea también nuestra sanidad, nada más lejos de la realidad, sino porque estar en un hospital, a menudo, significa que las cosas no van bien.   

No siempre es así, y a veces es un lugar de grandes noticias pero, cuando escuchas que alguien está ingresado, suele ser porque algo no está bien en su estado de salud. Especialmente, cuando alguien, por enfermedades crónicas, debe permanecer durante mucho tiempo en el hospital.

No es una imagen que agrade a nadie ni una situación que sea deseable, y, tanto menos lo es cuando se trata de niños. Las áreas pediátricas son lugares que están llenos de alegría por la inocencia de los niños, pero lugares desoladores por ver cómo no se encuentran bien de salud.

Por eso, es importante cuando aparece alguien que provoca que ese panorama se torne un poco más feliz. Verdaderos superhéroes que, sin poderes, consiguen darle la vuelta a la situación.

Una decisión que cambia vidas  

Los niños del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, pueden presumir de contar con verdaderos superhéroes. Y todo es gracias al pediatra Santiago Jiménez que, en sus ratos libres, cuelga su bata y deja su consulta para transformarse en un superhéroe.   

Sabe que los niños ingresados lo pasan mal, que sufren por su enfermedad y que tienen que pasar el tiempo en un lugar en el que no querrían estar. Sabe también que los padres suelen estar desesperados por esa situación y que necesitan alegría.

Así es cómo Santiago decidió darle una vuelta a esa situación y dejar su papel de “Santiago” para entrar en el papel de Spiderman. Se enfunda el traje y la máscara y visita a todos los que están ingresados. Cuando entra en la habitación, la cara de los pequeños se ilumina.

Santiago Jiménez

Esta decisión la tomó después de ver cómo los niños estaban tristes en el hospital y, cuando alguien les visitaba, se llenaban de alegría. “Soy fan de Spiderman desde los 13 años, y un día que estaba viendo a la Legión 501 de Star Wars que visita el hospital, como lo vi cómo reaccionaban, quise hacer lo mismo pero con Spiderman” contaba en 'La Tarde'.

Visita a todos los pacientes, tanto si son de los “crónicos”, como los oncológicos, sino a los que están de forma puntual. Dice que, cuando le ven, “flipan”.

“Aparezco y hago el papel en el hospital, estoy metido en el papel. Hago piruetas, no lanzo telarañas y me tienen prohibidos los poderes. Ellos se sueltan del todo, te cuentan cosas y desde la visión de un niño la enfermedad es menos dura” explicaba con mucho humor.

Una lección de una enfermedad  

Puede parecer que lo que hace Santiago esté enfocado a los niños, pero lo cierto es que es también para los padres. Porque, como él mismo expresa, son ellos quienes peor lo pasan.   

“La familia lo agradece mucho, porque están muy preocupados por los niños. Cualquier distracción, cuando les rompes la rutina cambia la actitud del niño, genera el recuerdo y luego va a estar hablando de eso” decía enternecido.

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Santiago Jiménez y un paciente

Dice que, gracias a sus visitas, los niños pueden tener algo de felicidad en una situación que, de por sí, suele ser bastante triste. Eso sí, dice que se da cuenta de la diferencia de la percepción de la enfermedad entre niños y adultos.

Así fue como uno de sus pequeños pacientes le dio una lección. “Visité a un niño que perdió manos y pies porque tuvo meningitis y el niño estaba feliz porque decía que había luchado contra un dragón. Es importante que el niño esté a gusto en el hospital” sentenciaba.