Niños saharauis disfrutan su primer verano en España gracias al programa 'Vacaciones en Paz'
Pilar García Muñiz y Javi Nieves en 'La Tarde' se adentran en la historia de una familia de Valdeavero que acoge por primera vez a Salim, un niño refugiado en Argelia
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En esta época, centenares de niños saharauis en campos de refugiados dejan su tierra natal en el desierto para pasar los meses de verano en nuestro país, un lugar también caluroso, pero muy lejos de las temperaturas extremas (alrededor de los 55ºC).
Gracias al programa solidario 'Vacaciones en Paz' un niño de 9 años llamado Salim ha podido vivir su primer viaje fuera de los campamentos de refugiados en Tinduf, Argelia, su residencia habitual. Ha sido acogido por una familia de la localidad madrileña de Valdeavero.
UNA FAMILIA PARA PASAR LAS VACACIONES
Flor Cobo y Ángel Quijano, sus padres de acogida, han contado en 'La Tarde' su experiencia en el proyecto de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Alcalá de Henares, con más de 20 años de historia. Los anfitriones de Salim, que también asistían a los estudios de 'La Tarde' con el niño, han destacado el impacto positivo que tiene este tipo de acogida tanto en los niños como en las familias donde esos niños pasan el verano.
Varios niños en los campos de refugiados de Tinduf, Argelia.
"Salim llegó hace una semana. El pobre venía muy cansado. Cuando le dije de que si se quería ir a dormir, me dijo que no. No se quería perder nada, absolutamente", comentaba Ángel sobre el inicio de la experiencia. Los primeros días de su estancia en España, el niño saharaui, que habitualmente vive en una jaima con acceso muy limitado al agua corriente, se mostraba sorprendido al ver el agua transcurrir de un grifo abierto.
Flor recordaba cómo ella y Ángel se enteraron del proyecto: "Lo conocimos leyendo un periódico digital de Alcalá de Henares. Lo comentamos Ángel y yo y... Cero dudas". La pareja se encuentra entusiasmada y llena de ilusión de poder formar parte de este proyecto tan especial.
aprendizaje rápido, pero con paciencia
El aprendizaje de Salim es muy rápido, la barrera lingüística casi no le ocasiona problemas. "Al principio, con un poquito de mímica, llegábamos a la conclusión de lo que se quería. Cada vez cogemos más confianza y nos entendemos.", comentaba Flor sobre sus primeros días con Salim.
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Prácticamente cada día aprende palabras nuevas. Con tan poca edad, Salim ya ha aprendido a nadar en la piscina —algo que no le costó más que unos minutos de observación e imitación— y respondía a Javi Nieves en 'La Tarde' sobre sus comidas favoritas: la sandía, las patatas y el chocolate. "Está encantado con la comida española", bromeaba Ángel.
El objetivo de 'Vacaciones en Paz' no se limita a ofrecer unas vacaciones. También se vela por la atención sanitaria y la correcta nutrición de los niños. Además, se les brinda una experiencia de integración social. En el caso de Salim, asistirá a un campamento urbano con otros niños, donde podrá relacionarse, aprender el idioma y, sobre todo, pasárselo bien jugando.
UNA EXPERIENCIA MUY ENRIQUECEDORA PARA PADRES Y NIÑOS
Suele ser muy común que el vínculo entre las familias y los niños perdure más allá del verano. Los niños pueden repetir ser acogidos por la misma familia, o ser acogidos por otra, hasta los 12 años. Además, en muchas ocasiones, las familias continúan ayudando a los niños cuando este ya se encuentra en su residencia habitual con alimentos o medicamentos.
Flor y Ángel insisten en que el programa no solo mejora la vida de los niños durante unos meses, sino que “les abre una ventana a otras oportunidades y les demuestra que otra realidad es posible”.
Padres de acogida y niños se enriquecen de esta maravillosa experiencia.
Desde los estudios de 'La Tarde' en COPE, Pilar García Muñiz hacía un llamamiento a las familias que valoraban la acogida de niños: "El calor de un hogar, aunque sea temporal, tiene un valor inmenso".
La historia de Salim es una entre muchas más de otros niños que han sido acogidos por otras familias españolas, pero también es un recordatorio de que la solidaridad puede cambiar vidas, aunque sea durante un verano.