Lola Canales está considerada como la primera mujer juzgada en un Consejo de Guerra Sumarísimo tras la Guerra Civil. Con 21 años, y tras su participación en la manifestación estudiantes del 3 de diciembre de 1968 contra el franquismo, fue detenida en su domicilio. Condenada por "rebelión militar", pasó una temporada en la cárcel y después huyó a Francia. Allí, trabajó como doncella en una casa señorial.

Esta periodista y antropóloga se sigue definiendo como "roja", aunque no comparte las motivaciones ideológicas de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Para ella, la nueva Ley de Memoria Democrática, que declarará "nulos de pleno derecho" los juicios franquistas, que prevé hacer del Valle de los Caídos un cementerio civil o que ilegalizará las asociaciones y fundaciones que hagan apología del franquismo, es un "mero señuelo" y sólo busca volver a dividir a los españoles.

En una entrevista en el programa "La Tarde" de COPE con Pilar Cisneros y Fernando de Haro, Lola desecha el calificativo de "víctima". "¿Por qué voy a ser una víctima si yo era antifranquista? Víctimas son las personas inocentes que fusilaron en la Guerra, de un lado y del otro", asegura. La periodista recuerda que en 1956 el partido comunista hizo un llamamiento a la "reconciliación nacional" y que con la ley de amnistía del 77 "se hizo tabla rasa" con todos los condenados por el franquismo.

Lola alaba a Fraga y Carrillo porque pese a que tenían ideas antagónicas supieron ponerse de acuerdo. Algo que no ve en los políticos de hoy. Los ataques más directos se los guarda para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. "Estos (en referencia a Sánchez e Iglesias), que al cabo de 45 años quieren rematar a Franco, dividen de nuevo a los españoles entre 'nacionales' y 'rojos'. Y eso es propio de una mentalidad conservadora, de progresista no tienen nada. Los dos representan a la infraizquierda. Si esto es izquierda, que venga Dios y lo vea. Se quieren cargar todo", ha dicho.

Lola asegura que siempre ha sido 'roja', pero es probable que ahora tanto Pedro Sánchez y Pablo Iglesias la vean como una "fascista". "Todo lo que hacen es para seguir dónde están", se lamenta.