Historias de 'La Tarde'
Javier es psicólogo, pero 300 cabras se cruzaron en su vida para ser pastor: "Se extrañan porque soy joven y tengo un trabajo de campo"
Este joven de 23 años terminó sus estudios universitarios y decidió cambiar el diván por el campo para dedicarse al pastoreo, una labor esencial para la prevención de incendios
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La vida a veces nos sorprende con giros inesperados que cambian por completo nuestro rumbo, como le ha sucedido a Javier de los Nietos. Esta es la historia de un joven que cambió el diván de la psicología por el campo, contada en el programa 'La Tarde' con Pilar García Muñiz. Carlos Márquez, periodista del programa, ha encontrado a Javier en los alrededores de la Universidad Autónoma de Madrid, el mismo campus donde hace un año y medio terminó su grado en Psicología. Ahora, con 23 años, su vida transcurre entre el pasto seco y el olor a hinojo que comen sus cerca de 300 cabras, demostrando que la vocación puede hallarse en el lugar más insospechado.
Aunque se crio en Cerceda, un pueblo de Madrid, Javier de los Nietos ha confesado en COPE que no tuvo "mucho contacto con el campo" durante su infancia. Fue su padre, un apasionado del mundo rural, quien le transmitió "el encanto que tiene el trabajo con cabras". Juntos iniciaron un proyecto con un rebaño de cabras trashumantes y ahora Javier se dedica a ello a tiempo completo, una decisión que a veces genera extrañeza en los demás. "Se extrañan que pueda ser una persona joven y llevar un día a día similar al de la generación y a la vez tener un trabajo de campo", ha explicado.
Se extrañan porque soy joven y tengo un trabajo de campo"
Psicólogo y pastor
Una labor esencial para el medioambiente
La jornada de Javier como pastor es "muy estacional", pues depende de las horas de luz y del tiempo que haga. Su trabajo va más allá de cuidar del rebaño; una de sus principales tareas es el [desbroce de los montes para la prevención de incendios forestales]. Con su rebaño de unas 300 cabras, realiza una labor crucial, similar a la de las famosas ovejas bombero, manteniendo los campos limpios de pasto seco, un combustible natural para las llamas. Esta gestión es fundamental, sobre todo tras veranos devastadores, y pone de manifiesto cómo una decisión que se tomó en España hace 50 años ha afectado a los incendios que sufrimos en la actualidad.
Javier de los Nietos, pastor y psicólogo, con sus cabras bombero
Actualmente, 120 de sus animales se encuentran en un proyecto de la Universidad Autónoma junto al Ayuntamiento de Madrid, centrado en el buen uso de la prevención de incendios mediante actividades sostenibles como el pastoreo. Este tipo de iniciativas son una esperanza ante las trabas que sufre el sector agrícola para cuidar los montes. Además, la universidad ha lanzado un curso de pastores para fomentar el relevo generacional, una cuestión que Javier considera "tan importante y que yo creo que se debería hacer hoy".
La psicología del pastoreo
Javier tenía claro que iba a terminar su carrera, y asegura que le ha servido de mucho en su oficio actual. "La carrera de psicología me ha ayudado mucho a ser pastor hoy en día", ha afirmado con rotundidad. Explica que su trabajo por las vías pecuarias de Madrid, llenas de turistas, requiere "saber educar a las personas" sobre cómo interactuar con el rebaño y con los perros pastores o mastines que lo protegen de los lobos. Esta habilidad para la comunicación y la gestión de personas, adquirida en la facultad, es ahora una herramienta fundamental en su día a día.
Javier de los Nietos, pastor y psicólogo, con sus cabras bombero
Aunque a menudo se asocia la imagen del pastor con la soledad, Javier distingue entre estar solo y el aburrimiento, algo que no siente en absoluto. "Tienes que estar pendiente de un montón de cosas, porque estás en un espacio abierto en el que puede ocurrir cualquier cosa", ha relatado en 'La Tarde'. Lejos de ser un inconveniente, para él, estar en la naturaleza "te ayuda a reflexionar y a pensar en en cosas de una forma mucho más más sana".
Ganarse la vida como pastor "cuesta", ha admitido Javier, quien estuvo los tres primeros años de manera voluntaria. Su objetivo es desarrollar un proyecto sostenible donde la principal fuente de ingresos no sea solo la producción cárnica o láctea, sino la prevención de incendios y la educación. Como ha contado Pilar García Muñiz al cerrar la entrevista, la historia de Javier de los Nietos no solo habla de valentía personal, sino de cómo "una elección consciente puede convertirse en un bien común", como ha quedado demostrado cuando ha tenido que llamar a sus cabras con un sonoro "¡Chiva! ¡Chiva!" para que no se escaparan.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.