Jaume Avernis, ganadero en Lleida: "Por la peste porcina de 1995 tuvimos que sacrificar 300 cerdos en mi granja, ahora tenemos que elevar el listón"
La enfermedad, que no afecta al ser humano, mantiene confinado un radio de 20 km y amenaza al sector porcino español si llegara a las granjas. Los expertos piden calma pero advierten de graves consecuencias económicas.
Aspecto de uno de los accesos al Parque Natural de Collserola, alertando de la presencia de la peste porcina hallada en jabalíes autóctonos.
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Casi treinta años después de que España fuera declarada oficialmente libre de peste porcina africana (PPA), la enfermedad ha vuelto a detectarse en Cataluña. El foco se localiza en el Parque Natural de Collserola, en las inmediaciones de Barcelona, con dos jabalíes positivos confirmados, ocho casos sospechosos y más de 40 cadáveres en análisis.
La Generalitat ha establecido un perímetro de seguridad de 20 kilómetros que afecta a 64 municipios, mientras más de 300 efectivos —entre Mossos d’Esquadra, Agentes Rurales y 80 militares de la UME— vigilan la zona con apoyo de drones. Hasta el momento, todos los positivos se concentran en un radio de seis kilómetros en el área de Cerdanyola del Vallès y, lo más importante, la infección no ha saltado a ninguna granja porcina.
Jaume Avernis, ganadero con más de 40 años de experiencia y propietario de una explotación de 1.200 madres cerdo en Alcarràs (Lleida), participó personalmente en la erradicación de los años 90. En ‘La Tarde’ de COPE reconoció la preocupación del sector:
El miedo está en que se traslade del foco actual y aparezca en alguna granja. Mientras los positivos sigan solo en jabalíes y en esa zona concreta de seis kilómetros podemos estar tranquilos"
Ganadero
Avernis insistió en que las medidas de bioseguridad implantadas desde el Plan Nacional de Erradicación de 1985-1995 siguen siendo de las más avanzadas de Europa: vallados perimetrales, vestuarios de zona limpia y sucia, control exhaustivo de entradas… Sin embargo, añadió que “ahora tenemos que elevar aún más el listón y repasar que todo esté al 100 %”, porque un solo error podría desencadenar una crisis de enormes dimensiones. El origen: probablemente un bocadillo contaminado arrojado desde la AP-7
Las primeras hipótesis apuntan a que el virus entró por restos de comida contaminada procedentes de Europa central u oriental, posiblemente un bocadillo abandonado en una área de servicio de la AP-7, que atraviesa la zona. Un jabalí lo habría consumido y, dada la altísima contagiosidad del virus entre suidos, se habría propagado rápidamente. Badiola (Catedrático de Zaragoza): “Es la enfermedad animal más temible que podía llegar a España”
El veterinario y Catedrático Juan José Badiola, una de las máximas autoridades españolas en sanidad animal, afirma que esta gripe, es más preocupante que la gripe aviar.
La peste porcina africana era la enfermedad más temible que podíamos tener aquí desde el punto de vista animal”
Veterinario y Catedrático
Badiola explicó que el virus produce hemorragias masivas, problemas respiratorios y digestivos que pueden matar al 100 % de los animales infectados en pocos días. Aunque recalcó que “no tiene ninguna capacidad de infectar al ser humano, ni por contacto ni por consumo de carne”, alertó sobre el impacto económico: España es el primer productor europeo y tercer exportador mundial de porcino.
Ya países como Reino Unido, Japón y México han suspendido temporalmente las importaciones, aunque China mantiene la política de regionalización y solo restringiría la zona afectada de Barcelona. Sobreabundancia de jabalíes, el gran facilitador
Tanto Avernis como Badiola coincidieron en señalar la superpoblación de jabalíes —estimada en cerca de dos millones en España— como uno de los principales factores de riesgo. El abandono del medio rural y la proliferación de matorral han favorecido su expansión, hasta el punto de que es habitual verlos en las afueras e incluso dentro de núcleos urbanos como Barcelona, rebuscando en contenedores.
Las autoridades mantienen la esperanza de que, con la rápida actuación y la contención actual en jabalíes, el brote pueda controlarse sin llegar a las granjas. No obstante, el sector permanece en máxima alerta a las puertas de la campaña navideña, una de las de mayor consumo de productos del cerdo.