Edgar Sánchez, experto en el mercado inmobiliario: "Viene gente de fuera que vende las viviendas por un precio más alto de lo que les ha costado"
La vivienda es, según satos del CIS, uno de los problemas que más preocupan a los españoles
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La vivienda se consolida como una de las mayores preocupaciones para los españoles. Según el último barómetro del CIS, el 37% de la población considera que es el principal problema del país. Las cifras confirman este temor: aunque la compraventa ha bajado ligeramente por segundo mes consecutivo, el peso del comprador extranjero no deja de crecer.
El 21% de las operaciones de vivienda en España las firman ya ciudadanos de otros países, que están copando el mercado inmobiliario, sobre todo en las grandes capitales y la costa mediterránea. Es el caso de la provincia de Alicante, donde más de la mitad de las viviendas que se venden, el 54%, tienen un comprador extranjero.
Edgar Sánchez, experto en el mercado inmobiliario, ha apuntado, además, en La Tarde de COPE que "está cambiando la tendencia de compra porque hace años se compraba mucho más la costa, pero ahora, con el repunte de compradores residentes, se está comprando más en comunidades como Castilla y León, Asturias, es decir, zonas que son más baratas y que no estaban tan vistas antes".
La presión de los compradores extranjeroS
El fenómeno no solo se concentra en la costa. En el centro de grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, también se nota el efecto del capital extranjero. En barrios como el de Salamanca o el del Retiro, buena parte de las operaciones se cierran con compradores de México o Venezuela.
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"Vienen con capital de fuera y, aunque pierden un poco de dinero con el cambio de divisas, sí que es verdad que es un comprador que tiene muchas facilidades”, explica Sánchez.
Esa capacidad económica extranjera eleva los precios y expulsa a muchos ciudadanos españoles de los centros urbanos, empujándolos hacia barrios más alejados porque "el mercado se encarece". El experto inmobiliario asegura que "el centro de Madrid es intocable y seguirá siéndolo y seguirá subiendo como todas las capitales del mundo".
Sánchez ha distinguido, por otro lado, dos perfiles de comprador extranjero: "El no residente compra más en la costa para ir más de vacaciones o para tener una segunda residencia. Y el residente es un perfil de personas que no tienen las facilidades de un español a la hora de independizarse más tarde porque vienen jóvenes a trabajar y necesitan comprarse algo y al ver cómo están los alquileres, prefieren comprar en zonas un más humildes o baratas".
Pero también existe un tercer grupo, el de quienes compran para especular: "Si tienes una empresa de reformas o tienes muchos contactos, sale muy rentable comprar algo que está para tirar abajo, más que nada porque desde 2019 ya no se financian las reformas", explica Sánchez.
El atractivo del ladrillo reformado
En ciudades como Madrid, el proceso se repite: los inversores compran pisos antiguos o que están en mal estado, los reforman y los revenden a precios mucho más alto. Quien lo hace está en su derecho, pero esto tiene unas consecuencias que nos afecta a todos los demás.
En cuanto a este tema, Sánchez, comenta que "si compras un piso para reformar, ahora mismo, a un comprador español que le financian el 80% necesita tener el otro 20% más los gastos de reforma, que suelen ser alrededor de un 10% adicional. Eso hace que vaya muy justo de dinero. En cambio, viene gente de fuera que tiene su propia empresa de reformas o dispone de más capital, y eso les permite vender la vivienda por un precio más alto respecto a lo que les ha costado reformarla".