Un chico de Barcelona se queda ciego y, años después, consigue un hito que nadie logrado en la historia de la vela gracias a una idea increíble

Javi Nieves cuenta cómo este regatista superó su invidencia y cómo ha dado la vuelta a la isla cuna de la vela americana

Álvaro Criado

Madrid - Publicado el

3 min lectura

La vida siempre es impredecible, en todos los sentidos, pero más impredecible es para Dani Pich un patinador de vela ciego que, en agosto de este año, cumplió uno de esos sueños que la gente de a pie considera 'imposibles". 

Exoficial de la marina mercante y navegante desde muy pequeño, se ha embarcado en un reto sin precedentes: convertirse en el primer invidente en dar la vuelta a la isla británica de Wight, una isla conocida por ser la referente en el campeonato de vela americano.

Javi Nieves, en su espacio en 'La Tarde' con Pilar García Muñíz, ha querido llevara a la antena esta increíble y apasionante historia. Un relato que refleja que no hay imposibles en la vida. Según Pich: "hay un momento en el que decido volver a vivir, yo no puedo estar inmerso en la oscuridad de una ceguera".

Lo que quería, de alguna manera, era volver a encontrarme y tener una vida digna como cualquier otra persona"

Dani Pich

Regatista Invidente

Las dificultades siempre han estado presentes en la vida de este regatista, sin embargo, "la resiliencia, la pasión y el amor por el deporte" es lo que le ha hecho que ninguna barrera sea un imposible. A su vez, el deportista ha querido darle también una especial mención a su entorno más cercano, ya que para él ha sido una pieza más que clave en su desarrollo como deportista. 

Unas personas, su madre y su entrenador personal, que confiaron en él y con los cuales está eternamente agradecido 

"LO DEFINO COMO UN COCHE SIN VOLANTE"

Para poder entender la genialidad de Dani Pich hay que entender su herramienta de trabajo, la embarcación en la que navega, en palabras del propio Pich: "es una embarcación que no tiene timón, es decir como si no tuviera volante; y es la fusión única como si te estuviera hablando directamente a ti"

Una embarcación que muchos podrían decir que es una simple plancha de madera, sin embargo, tiene un pequeño "ángel de la guarda", un lancha de apoyo con la cual recibe transmisiones de radio que le ayudan a la hora de no desorientarse en alta mar.

A su vez, también han desarrollado una tecnología que les permite saber por qué lado pega el viento, y por dónde hay que dirigirse mediante un ingenioso sistema de cuerda que le permite tener referencias para saber a dónde vas, por dónde viene el viento y cómo poner el barco para seguir el rumbo preestablecido.

Han sido muchas horas hasta que pude lanzarme al mar

El periplo para poder lanzarse definitivamente a la mar fue más que complicado, en palabras del regatista: "es verdad que hubo muchas caídas, había que adaptarse primero en la arena, pero hasta que pudimos lanzarnos al mar paso mucho tiempo". Por otra parte, el conocimiento previo Pich ha hecho, como última instancia, crear todo un protocolo de navegación para invidentes. Todo un hito.

No solo con este sistema puede navegar, sino que también ha desarrollado un ingenioso sistema de cuerdas vibratorias que le permite saber a dónde dirigirse en todo momento. Estas cuerdas ayudan al navegante a saber qué hora es y por dónde dirigirse en el mar.

Es tal el grado de tecnología de estos artilugios que incluso una empresa de Barcelona, ha desarrollado un tejido especial que incluye esta invención.