El crimen de Víctor Laínez ha generado una ola de solidaridad en toda España.  Movimiento contra la Intolerancia ha pedido a los partidos políticos que condenen el asesinato de Rodrigo Lanza, un conocido del movimiento 'okupa' que le golpeó brutalmente por llevar unos tirantes con la bandera española. 

Víctor Salvo, miembro de la 'Plataforma Aragonesa S', también ha condenado el cruel crimen. En declaraciones a la 'Noche de COPE', Salvo ha asegurado que “parece increíble que por llevar la bandera de tu país en unos tirantes te puedas encontrar con la muerte, una paliza o ser increpado”. El Representante de la esta plataforma aragonesa ha añadido que "al menos fueron dos personas las que le pisotearon y le pegaron la brutal paliza" al vecino de Zaragoza que falleció el martes como consecuencia de la agresión, asegura. Salvo ha recordado, además, durante su entrevista con Adolfo Arjona, que "están acostumbrados a recibir amenazadas de muerte y pintadas en sus negocios". 

El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado este miércoles una declaración institucional en la que los grupos municipales condenan de forma unánime el homicidio y han convocado para mañana a mediodía un minuto de silencio. En la declaración, además de transmitir su cariño a familiares y amigos, la institución denuncia estos hechos y todo el significado que encierra como acto generador de odio, de miedo y de intransigencia.  El Ayuntamiento de Zaragoza recuerda que la forma pacífica de la ciudadanía, basada en la coexistencia de esas divergencias y las maneras de mirar al mundo, "han servido para hacer de Zaragoza una ciudad más abierta y tolerante, más fuerte, más libre y más democrática".

En este sentido, el consistorio zaragozano repudia cualquier manera de proceder que se sustente en la violencia radical y en el odio, y aboga por que la ciudad sea el espacio de todos los ciudadanos, "sin que nadie se arrogue ni siquiera la posibilidad de hacerla suya en contra de los derechos de los demás". Indignados por el suceso, los grupos aseguran que desde el Ayuntamiento no se va a "permitir que en virtud de ideas o modas, ningún espacio de la ciudad se convierta en un terreno hostil" o que "la violencia encuentre terreno para campar por sus anchas"