Aunque la residencia oficial de la Familia Real española es elPalacio Real de Madrid, Felipe VI y doña Letizia viven en un pequeño palacete llamado El Pabellón del Príncipe, que se encuentra a un kilómetro del Palacio de la Zarzuela. Alfonso XIII fue el último monarca en habitar el Palacio Real y, posteriormente, Manuel Azaña vivió allí como jefe de Estado de la Segunda República. Después de esto, ni Juan Carlos ni Felipe han ocupado esta casa, que se mantiene para ceremonias y actos oficiales.

“En el Palacio Real de Madrid ha vivido gente hasta 1971. No me refiero a personas de sangre azul, sino a ciudadanos corrientes y molientes”, sorprendía Juan Fernández-Mirandaen La Linterna. Y es que, durante la Segunda República, las viviendas dentro del palacio se podían alquilar: “Según ha desvelado en ABC mi compañera Angie Calero; históricamente, en la planta cuarta y quinta del palacio, vivieron hasta mil personas simultáneamente. Como una auténtica ciudad dividida en dos barrios con sus viviendas, sus plazas y sus recovecos. Así lo describía Galdós: 'Esta ciudad donde alternan pacíficamente aristocracia, clase media y pueblo'”.

El jefe de Nacional de ABC desvela cuáles fueron las tres últimas personas que vivieron en Palacio Real: “Fueron un matrimonio y su hija.Su vivienda tenía 4 ventanas: tres daban a la Plaza de Oriente y una a los Jardines de Sabatini. No son malas vistas”, señala.

La niña, que hoy tiene 78 años, se llama María José Aguilar-Tablada y asegura que vivió una infancia muy feliz jugando al escondite por los pasillos de palacio: “Cuenta que cuando cogía un taxi de vuelta a casa, los taxistas no se creían que viviera ahí y se quedaban esperando hasta que se metía en palacio y que cuando volvía con sus amigas de noche quedaban en la puerta de palacio para entrar juntas porque subir solas centenares de escaleras, encendiendo y apagando luces a medida que avanzaban, les daba pánico”.

También relata “que cuando el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, visitó España en 1959 -la primera vez que un presidente norteamericano pisaba nuestro país- ella lo vio todo escondida detrás de una columna”. Esta historia parece un cuento, pero es una realidad hasta hace solo 50 años y es una prueba de que las mejores historia están en nuestro pasado. Juan Fernández-Miranda ve evidente el potencial de esta historia: “Ya están tardando los productores de cine en llamar a la última habitante del Palacio Real de Madrid”.

La Linterna visita la Galería de las Colecciones Reales en Madrid: "Son las más importantes del mundo"

Francisco de Goya pintó en 1799 dos obras de gran tamaño. Carlos IV en uniforme de coronel de los guardias de corps y María Luisa de Palma en traje de corte. Estos retratos han sido descolgados de la antecámara de Carlos III en el Palacio Real. Su nuevo destino son las paredes de un nuevo museo en Madrid, la Galería de las Colecciones Reales. Este edificio de 40.000 metros cuadrados y un presupuesto cercano a los 170 millones de euros está situado junto al Palacio Real y la Catedral de La Almudena. Allí ha tenido la oportunidad de estar Ángel Expósito para hacer un recorrido por la historia y el arte español:

Leticia Ruiz Gómez, directora de las Colecciones Reales de patrimonio nacional, que había sido hasta 2020 la responsable de pintura española del Renacimiento en el Museo del Prado, afirma que “Las Colecciones Reales españolas son de las más importantes del mundo y, al contrario que en otros países, es propiedad de todos los españoles”.

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Estas piezas históricas se exhiben ahora en esta colección porque hay un precedente durante la Segunda República que no se pudo llevar a cabo a causa de la guerra. Durante el gobierno de Jose María Aznar se recuperó el proyecto que, finalmente, se establece ahora. Pese a que las obras tienen unos lugares propios, en esta galería existe un orden y una forma de explicarlo que le da un sentido.

"El espectador siempre va a encontrar algo nuevo"

En total son unos 170.000 los bienes históricos custodiados por Patrimonio, de los cuales en esta galería se expondrán 700. Sobre este dato, la directora de la galería aclara que “lo que se va a ver aquí es una decantación muy buena de bienes que van a ir rotando, lo cual hace que el espectador siempre vaya a encontrar algo nuevo y además pone de manifiesto como no hay menoscabo”.