La prueba de la Universidad de California para distinguir a un humano de ChatGPT: sólo el 67% lo consigue
El consultor de Kyndryl, Mario Yáñez, explica en La Linterna cuál será el futuro de la Inteligencia Artificial y qué beneficios vendrán con ello
Una mujer hablando con un robot
Madrid - Publicado el
3 min lectura
El cardenal Prevost, ha elegido el nombre de León XIV, entre otros motivos, por el paralelismo entre la revolución industrial que vivió León XIII y la que ahora estamos viviendo, y lo hace mencionando el impacto que la tecnología, y en especial la inteligencia artificial va a tener en la sociedad.
Pero ¿por qué el Papa es tan directo al mencionar la inteligencia artificial como uno de los riesgos industriales actuales? Mario Yáñez, consultor de empresas como Kyndryl, recuerda en La Linterna que la primera revolución industrial trajo avances disruptivos que descristianizaron la sociedad en muchos países y crearon situaciones muy complicadas.
Riesgos de la IA
Como principal riesgo, Yáñez apunta a “la potencial pérdida masiva de ciertos tipos de empleos”. “A medida que las máquinas y los algoritmos se vuelven más capaces, muchas tareas que hacían humanos ahora las hacen máquinas”. De hecho, se calcula que entre 2025 y 2030, 1 de cada 4 empleos será transformado por la IA generativa. Alrededor del 18% de las tareas laborales se automatizarán, pero también surgirán nuevos puestos.
Inteligencia Artificial
Estos serán, “desde ingenieros de prompts hasta entrenadores de modelos de IA, pasando por diseñadores de estos algoritmos conversacionales”. Además, asegura Yáñez a Expósito que se requerirá una gran fuerza laboral para implementar, mantener y supervisar estos sistemas. “El reto está en capacitar a los trabajadores para estos nuevos roles: formación, reconversión y adaptación como ya paso en el siglo XIX y XX”.
La prueba de la Universidad de California
Para el experto en tecnología hay 3 aspectos a tener en cuenta. “La IA, y en especial la IA generativa, la que nos habla, el ChatGPT que usamos a diario, no piensa, no siente, no razona, no puede predecir el futuro ni darte un consejo, solo junta los datos más probables que encajan en tu pregunta, incluso se los inventa”, aclara.
Pero esta resulta “tremendamente convincente”, lo que “engaña al ser humano”. De hecho, en un reciente estudio realizado por la Universidad de California en San Diego, se pidió a los participantes mantener una conversación basada en texto de cinco minutos sin saber si estaban hablando con una máquina o una persona. Solo el 67% identificaron correctamente a los humanos. Más del 50% identificó como humano a ChatGPT.
Conversación entre investigadores y ChatGPT
Como se observa en el estudio, en el que participaron 500 personas, la mayoría de los interrogadores intentaron identificar a la IA preguntando por detalles personales, opiniones o actividades cotidianas, pero estas estrategias solo tuvieron un éxito del 50-60%. Sin embargo, los métodos más efectivos, como consultar sobre experiencias humanas, plantear problemas de lógica o matemáticas, o directamente acusar al interlocutor de ser una IA, superaron el 75% de aciertos. Pese a ello, estas tácticas se usaron en menos del 5% de los casos.
Además, al justificar sus decisiones, los participantes señalaron que identificaban a un sujeto como IA por tener "una personalidad forzada", "un tono excesivamente informal" o "falta de carácter". Por el contrario, lo consideraban humano si mantenía "una conversación natural, con un tono cercano y espontáneo".
Beneficios de la IA
Así, Yáñez ha querido señalar cuáles son los mayores beneficios que la inteligencia artificial aporta:
1. Medicina avanzada. La IA ya ayuda a detectar enfermedades como el cáncer con más precisión que muchos especialistas.
2. Educación personalizada. Plataformas que se adaptan al ritmo de cada estudiante, haciendo el aprendizaje más efectivo.
3. Acceso universal. Personas con discapacidad visual, por ejemplo, pueden usar asistentes de voz o traducción automática en tiempo real.
4. Y el cuidado del medio ambiente. Desde agricultura de precisión hasta predicciones climáticas; la IA puede ayudarnos a combatir el cambio climático.
En cualquier caso, el experto señala que el impacto va a ser enorme. Se estima que para 2030, la IA podría aportar cerca de 19,9 billones de dólares a la economía mundial, lo que representaría un 3,5% del PIB global. Algunos informes incluso proyectan un crecimiento del PIB mundial de hasta el 15% gracias a la adopción generalizada de tecnologías de IA.