Todo se ha desencadenado a raíz de una denuncia por parte de la Plataforma por la Lengua. Una organización que promueve el uso del catalán y que se preocupa de estas cosas. El caso es que han denunciado al grupo Lego por no etiquetar sus juguetes en esta lengua e incluso han acudido a la Agencia Catalana de Consumo, que depende de la Generalitat, para trasmitir la queja.

De momento a la multinacional le han abierto un expediente informativo, pero el asunto puede ir a más. Si el fabricante de juguetes se niega a llevar a cabo lo que les piden, y al final no cede, la empresa se expone a una multa que puede alcanzar hasta los 100.000 euros.

Bueno, Lego ya ha reaccionado y se defiende. Dice que no está obligado a cumplir esta ley porque los juguetes no se venden solo en Cataluña sino que también lo hacen en el resto de España, y por lo tanto, tienen que etiquetarlo en castellano.

Pero atento porque el asunto no se ha quedado aquí. La Plataforma por la Lengua no se da por vencida y ha respondido a la réplica de Playmobil en su web. Aseguran que la Generalitat se encuentra plenamente habilitada para llevar a cabo la medida.