En esta crisis del coronavirus lo que más se nos ha pedido es una correcta higiene y mucho lavado de manos, pero también se ha hablado mucho del ozono: de hecho, muchas empresas desinfectan con ozono sus instalaciones, en otros lugares se han instalado arcos o cabinas que rocían con ozono a las personas.

Pero ¿es realmente eficaz? ¿Es nocivo para la salud? Responde a estas preguntas en ‘Herrera en COPE’ José María Ordóñez, de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental y profesor de Salud Pública de la Universidad Francisco de Vitoria que nos explica que el ozono “ha sido un potente desinfectante que se ha utilizado para desinfectar el agua, pero no así para el aire”.

Incide José María en que “diferentes empresas han estado promoviendo su uso de forma poca rigurosa, ofreciendo este producto que creemos que no cumple con lo que sería exigible para esta situación”.

Y concreta, además que “es un producto que la UE no lo tiene aprobado como viricida en la propia web de la Agencia Europea es un producto disruptor, que tiene efectos nocivos para la salud y está en fase de estudio”.

Concluye José María que lo menor es “lavarse las manos con agua y jabón y utilizar la lejía tanto en nuestras casas como fuera de ella para desinfectar”