Las autoridades rusas iniciaron la semana pasada una nueva fase de la campaña de vacunación para inmunizar a la población general tras inocularle el medicamento a la población de riesgo. La vacuna es gratuita y voluntaria y las autoridades esperan poder vacunar hasta al 60 por ciento de la población total del país durante el primer trimestre del año.

Aunque la Sputnik V ha sido cuestionada por científicos a nivel internacional por considerar que no ha superado las mismas pruebas y controles que las vacunas desarrolladas por otras empresas farmacéuticas, la canciller alemana, Angela Merkel, ha manifestado su disposición a cooperar con Rusia en el proceso de solicitud de autorización del medicamento a la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

János- Zoltán Kerekes es uno de los ciudadanos que va a recibir la vacuna. Vive en el sur de Rusia, en un pueblo de las orillas del Mar Negro, y está casado con una española, con la que refenga un establecimiento. Según ha dicho este miércoles en'Herrera en COPE', las autoridades recomiendan antes de inocular el medicamento hacerse una PCR, que tiene que ser negativa, y un test de antígenos "para ver los anticuerpos".

Él, que se ha apuntado este miércoles para vacunarse, espera que lo llamen en una semana aproximadamente para inocularle la Sputnik V.

Aunque se trata de una crisis sanitaria, con las vacunas ha entrado también una nueva fase del juego geopolítico de influencias y acuerdos entre países. Hasta el momento, solo los aliados más cercanos a Rusia en Europa, Bielorrusia y Serbia, han aprobado el uso de la Sputnik V. Bosnia y Herzegovina, que iba a recibir sus vacunas gracias al programa de la Organización Mundial de la Salud COVAX, ha anunciado ya que paralelamente empezarán negociaciones con Rusia para obtener sus viales a la espera de que lleguen los de COVAX. Y Hungría es el primer país de la Unión Europea que comprará dos millones de dosis de la vacuna rusa. Pone así más presión sobre la propia estrategia europea, que ha abogado por la coordinación entre Estados miembro y evitar acuerdos fuera del programa de compra y vacunación de la Comisión Europea.