Herrera analiza la epidemia de gripe que sufre España: "Si usted nota fiebre alta, tos seca, dolor de garganta, no estaría de más ponerse la mascarilla"

Señoras y señores, me alegro, buenos días.

Es jueves 4 de diciembre, por lo tanto, pega que haya nieve en diversos puntos del país, a partir de, hombre, 1.300 metros de altitud.

Si usted era una playa, no. El espectáculo de una playa elevada es tan inusual como hermoso, pero… ¿qué le diga?

Y al igual que es común que haga fresco, que la nieve haga su aparición, también lo es que llegue la gripe. El asunto de la gripe, créame, este año seguramente es un tema de conversación entre todos ustedes tan o más frecuente que aquellos que nosotros utilizamos normalmente para encabezar los informativos o los programas.

España está en fase epidémica. Estamos en una epidemia de gripe. El número de casos es superior a lo esperado por estas fechas y, además, los contagios están creciendo y creciendo. De ahí la importancia de la vacuna contra la gripe y, concretamente, de la cepa que este año está rondando por ahí.

Hay 40 casos por cada 100.000 habitantes. Luego hay otras enfermedades respiratorias y todo lo que quieran, pero 40 casos por cada 100.000.

Para evitar que esto vaya a más, se ha pactado un protocolo entre Sanidad y Comunidades Autónomas que recomienda el uso de la mascarilla para personas con síntomas. Es una recomendación, no es una obligación, pero es una recomendación bastante inteligente.

En cualquier caso, si usted nota fiebre alta, más de 38 grados con congestión, tos seca, dolor de garganta, no estaría de más ponerse la mascarilla. Especialmente gente mayor, gente con salud vulnerable.

Y, si puede usted teletrabajar, mejor teletrabaje, en el caso de que no pueda dejar el trabajo o algo así.

Este año la culpa la tiene una nueva variante que se llama K. Los virus mutan para sobrevivir, y esta variante K es una subrama de la gripe A, que es bastante puñetera, con mutaciones en una de sus proteínas, la hemaglutinina.

Y esto es lo que la convierte en resistente, más contagiosa. Y, en fin, la vacuna sigue siendo útil. No es mala idea ponérsela si tiene usted la ocasión. Servidor hace dos días, por aquello de porque hoy hay más de uno que ha caído en este equipo con la gripe, y además es, como les digo,muy puñetera.

Bueno, aparte de todo ello, hay otros casos y otras cosas que nos ocupan de qué manera.

Miren, por ejemplo, al Partido Socialista le ocupa —y mucho— el expediente Paco Salazar. Se complica a los socialistas por su mala cabeza, su opacidad, su hipocresía. Las denuncias de los últimos días han vuelto a destapar la poca voluntad del Gobierno a la hora de aplicarse sus propias recetas sobre feminismos y protección de las mujeres ante posibles casos de acoso sexual.

Anoche hubo, al parecer, una reunión de urgencia en el PSOE, y la reunión no terminó demasiado bien porque las federaciones socialistas han echado en cara a la dirección que no se haya acudido a la justicia. Incluso hay fuentes que aseguran que alguna federación amenazó con acudir a la Fiscalía.

O sea, el PSOE te vende la idea de “hermana, yo sí te creo”, y te dice que hay que denunciar, que vas a estar segura si proteges, pero a la hora de la verdad, las mujeres que trabajaban en Moncloa aguantando el baboseo de Salazar no se atrevieron a denunciar a través de los protocolos de Moncloa.

Se ha puesto de manifiesto que no confiaban en que Moncloa las protegiera, y no andaban muy desencaminadas, porque el PSOE guardó en un cajón las denuncias durante cinco meses y solo las sacó cuando un medio amigo ha vuelto a la carga con más detalles.

Esto, ni que decir tiene, revienta la estrategia de Moncloa de recuperar el voto femenino tras el escándalo de las pulseras telemáticas, el desastre del “solo sí es sí” y, luego, ya saben ustedes, los casos de ese cierto cariño por Lumniascas que han tenido tipos importantes del Partido Socialista.

Luego, además, uno se pregunta: oiga, ¿de verdad, de verdad, de verdad los de Junts están tan enfadados con el PSOE? ¿De verdad han cerrado todas las puertas para que esta legislatura no sea más que un tiempo muerto en el que vamos a vivir los españoles y de qué manera?

¿Y por qué le digo eso? Porque ayer Míriam Nogueras, con su cara de asco permanente —esa cara de vómito recién estrenado— salió a decir que todo está igual, que no le van a dar las gracias a Sánchez por haberse arrastrado, literalmente, ante Junts; que no hay contactos, que no hay negociaciones… pero siempre dejan un quicio, un pequeño quicio en la puerta, no del todo cerrado.

No te pierdas el resto del análisis de Herrera en el audio adjunto.