Damián Alcolea, actor con TOC: "Las obsesiones son egodistónicas, atacan a tu personalidad; si tienes animales a lo mejor te imaginas haciéndoles daño"
El intérprete explica en Herrera en COPE cómo es convivir con su condición y el momento en el que pidió ayuda a su madre cuando tenía 13 años
Madrid - Publicado el
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El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una condición de salud mental mucho más grave de lo que su uso coloquial sugiere. En el programa ‘Herrera en COPE’, Alberto Herrera y Mar Amate han abordado la banalización del término, destacando que, lejos de ser una simple manía, es un trastorno que en España podría afectar a casi un millón de personas, con un tiempo medio para recibir diagnóstico y tratamiento que oscila entre los 8 y 17 años.
Para aportar luz sobre esta realidad, el programa ha contado con el testimonio del actor, escritor y conferenciante Damián Alcolea, quien convive con TOC y utiliza su voz para visibilizarlo. Alcolea ha explicado cómo, gracias a la terapia, ha logrado tener una “vida plena”, aunque el trastorno atraviesa todo su día a día. “La diferencia es que ahora sé gestionarlas, sé distanciarme de mis obsesiones”, ha afirmado.
Damián Alcolea
El círculo vicioso de la obsesión
Alcolea ha descrito con crudeza la naturaleza de los pensamientos que genera el trastorno. “Las obsesiones son egodistónicas, esto quiere decir que van a atacar a la parte nuclear de tu personalidad; si tienes animales y te gustan mucho, a lo mejor te imaginas haciéndoles daño”, ha detallado para ilustrar lo perturbadores que pueden ser.
Este pensamiento intrusivo desata una ansiedad insoportable. Para calmarla, la persona recurre a una compulsión o ritual, como lavarse las manos repetidamente o comprobar cerraduras. Aunque se sepa que el mecanismo es “ridículo”, como lo ha calificado el propio Alcolea, la compulsión ofrece un alivio temporal que refuerza el ciclo, haciendo que la obsesión vuelva a aparecer y la “bola se haga más grande hasta que consume prácticamente toda tu vida”.
Un diagnóstico que tarda hasta 17 años
El elevado tiempo que se tarda en diagnosticar el TOC se debe, según los expertos, al silencio y la vergüenza que sienten quienes lo padecen. Damián Alcolea ha compartido que él mismo sufrió en silencio durante años, con “obsesiones incapacitantes altamente perturbadoras”, hasta que a los 13 años le pidió ayuda a su madre. Para él, recibir el diagnóstico supuso “una luz porque me indicó que muchas personas estaban pasando por lo mismo que yo”.
Una experiencia similar ha relatado Sandra Jiménez, diagnosticada con TOC de comprobación. “No entendía lo que estaba pasando, me sentí atrapada en una vida que había construido alrededor del miedo”, ha explicado. El diagnóstico también fue un alivio para ella: “Por fin tenía una explicación y vi que no estaba sola”.
La banalización y el peligro del lenguaje
Durante la conversación en ‘Herrera en COPE’, se ha puesto de manifiesto cómo el uso de la palabra ‘TOC’ para describir manías cotidianas resta gravedad al sufrimiento real de los pacientes. Damián Alcolea ha advertido que “el lenguaje no es inocente, invisibiliza nuestro sufrimiento”. Según la OMS, el TOC es la séptima enfermedad psiquiátrica más discapacitante.
Las obsesiones son egodistónicas, atacan a la parte nuclear de tu personalidad"
Además, el actor ha aportado un dato demoledor de estudios recientes: “Tener TOC multiplica por 10 las probabilidades de suicidarse”. Esta cifra subraya la urgencia de tratar el trastorno con la seriedad que merece, lejos de la imagen cómica o pintoresca que a veces se ha proyectado en la ficción.
A pesar de la dureza del trastorno, el mensaje final es de esperanza. El TOC se puede tratar con terapia cognitivo-conductual y medicación, permitiendo a muchas personas recuperar sus vidas. Para Alcolea, el diagnóstico “es una luz que te hace entender que no estás solo y que hay herramientas que puedes utilizar”.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.