2023 ha dejado tras de sí momentos destacados en 'Herrera en COPE'. Uno de ellos es la historia que descubrimos y que tuvo lugar en Renania del Norte, Alemania.

En concreto, sucedía en un instituto. Un profesor decidió expulsar de clase a dos alumnos. Se basó en la normativa establecida por el centro educativo e indicó que era lo mejor para su futuro profesional, pues tener claro qué ropa es la adecuada en cada ocasión es muy importante. Puedes escucharlo en el audio que tienes disponible aquí.

Además, el docente recordaba que el motivo de esa expulsión estaba amparado por la dirección del instituto de secundaria. En los centros educativos de este país se produjeron cambios importantes tras la pandemia.

Entre ellos, destaca el cambio en el comportamiento de los alumnos y que afecta a su forma de vestir. Así lo indicó el portavoz de este instituto alemán donde se produjeron las expulsiones.

Maurice Logan destacó lo relevante que era separar el hecho de estar en casa y en el aula. Recordó que se trata de dos ambientes distintos en los cuales cada persona debe elegir adecuadamente su vestimenta.

"El colegio debe prepararlo para estar en el mundo", indicó Logan, poniendo el foco en que la decisión que adoptó el centro estaba más que justificada e influiría positivamente en el crecimiento de esos jóvenes. Esto les permitiría prepararles para el futuro, inculcándoles los valores necesarios y que tratan, por otra parte, de transmitírselos en clase con los conocimientos académicos.

Rosalía Sánchez, corresponsal de COPE en Berlín, explicó en'Herrera en COPE' que los padres tenían opiniones muy diversas sobre esa medida adoptada.

Lo que no cabe duda es que los alumnos justifican este comportamiento. Algo, por otra parte, que "todos hacen", por lo que lo imitan.

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Puedes escuchar la historia completa que nos trajo Rosalía Sánchez al programa en este audio. ¡No te lo pierdas!

¿Por qué un profesor alemán decidió prohibir los portátiles en una universidad?

Hablamos de otra medida que tomó un docente en este país. De forma muy contundente, prohibió el uso de los portátiles en la clase que impartía en la universidad técnica de Darmstadt, en Alemania.

Prefería que atendieran a sus explicaciones en vez de tomar apuntes en el ordenador. Para su desgracia, no todos le hicieron caso.

La intención que tenía, como decimos, era que los alumnos entendiesen la materia al pie de la letra. Tal y como él la explicaba. Por ello, quería que sus alumnos tomasen apuntes, pero por medios más clásicos.

Un estudiante se lo tomó al pie de la letra y, sorprendentemente, acudió a la clase con una máquina de escribir que no dudó en utilizar.

De pronto, empezó a oírse el sonido de las teclas. Lo que provocó que el silencio se rompiese.

Sea como fuere, de lo que no cabe duda es de que el uso de las tecnologías genera mucha controversia. Tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

En España siguen estudios no universitarios más de 8.200.000 alumnos en alrededor de 28.000 centros y, si se considera que desde los 10 años un niño puede tener hoy en día móvil, el número de teléfonos que "acuden" a clase es bastante considerable.

La Comunidad de Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía ya tienen prohibido el uso de teléfonos móviles como mecanismo de comunicación en los colegios durante los periodos lectivos, mientras que en el resto de regiones son los centros los que limitan su uso.

Y, de hecho, la ministra de Educación, Pilar Alegría, proponía a las autonomías que no se utilice el teléfono móvil en horario lectivo con el fin de que los alumnos estén concentrados en las tareas.