Carmen: "Me dijeron que le diera a un botón para abrir una puerta y di a otro que no era. Saltó la alarma: ¡Fuego, fuego! Salimos pitando"
Lo cuenta una 'Fósfora' que respondía al tema del día propuesto en nuestra 'hora de los Fósforos'
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En el 900 50 60 06, los oyentes de Herrera en COPE, nuestros queridos Fósforos, compartieron algunos de sus secretos más inconfesables. Y, como era de esperar, las anécdotas no dejaron a nadie indiferente.
María fue una de las primeras en intervenir. Contó que guarda un secreto que no conoce ni su propia familia. Un día, estando con su marido en un gran hotel, alguien le pidió que pulsara un botón para abrir una puerta… pero apretó el que no era. “Saltó la alarma. ¡Fuego, fuego! Tuvimos que salir pitando. Era la hora del desayuno. Aquello fue un caos. Lo pasé fatal y nunca lo conté", relata en 'Herrera en COPE'
Así, sin quererlo, María montó un buen lío en el hotel. Y, para colmo, en hora punta.
Joaquín también se sumó al tema del día propuesto en 'la hora de los Fósforos'. Recordó que, cuando era niño, vivía en un séptimo piso. Si su madre le hacía un bocadillo que no le gustaba, él lo tiraba… ¡por el balcón del vecino! Hasta que un día, el vecino subió a su casa y comentó: "Mari, no sé si a ti te pasa, pero yo, de vez en cuando, me encuentro restos de comida y todo lleno de hormigas".
"no me gusta el cholo simeone y decir esto delante de mis amigos..."
El pequeño Joaquín mantuvo el secreto, aunque ya sabemos quién era el culpable de aquellos "restos misteriosos".
Otro Fósforo, Juanma Acosta, de Tenerife, también compartió su "confesión". Dijo ser seguidor del Tenerife y del Atlético de Madrid, pero con un matiz importante: no le gusta el Cholo Simeone. "Decir esto delante de mis amigos es como mentar al demonio", bromeó.
El Cholo Simeone
Álvaro, por su parte, aseguró que su mujer le regaló un perro de raza Yorkshire, y desde entonces no duerme sin él. "La verdad es que siempre duerme conmigo, aunque en verano se baja de la cama porque hace calor", contó entre risas.
Otra oyente, Carmen, narró la anécdota de su marido durante el descenso del Sella, en Asturias. Estaba a punto de subir a la piragua cuando, de repente, le entraron ganas de ir al baño. "Notó que había una mojadera por ahí… la mano toda marrón". Y justo en ese momento alguien le dice: "¡Hombre, Pepe, cuánto tiempo!" Imagina la situación: el apuro, la sorpresa y el saludo inoportuno".
El secreto de Antonio también fue de los más curiosos. Recordó una ocurrencia de juventud: “Abrimos una nuez y no se nos ocurrió otra cosa que ponérsela al gato de zapato. ¡Encajaba perfecta! El gato tenía peligro.”
LOS SECRETOS DE NUESTROS 'FÓSFOROS' QUE UNEN Y HACEN REÍR
Todas estas confesiones de los Fósforos dejaron una conclusión clara: todos guardamos un pequeño secreto inconfesable. Pero cuando se comparte, deja de ser una carga y se convierte en una historia que arranca sonrisas, mezcla humor y nostalgia, y hace que un día cualquiera se llene de complicidad entre los oyentes de Herrera en COPE.