Sor Mariángeles: "Una vez hicimos un jabón que parecían gajos de naranja y una hermana los vio y se lo comió. Luego dijo que tenía un gusto un poco raro, por suerte no tuvo consecuencias"

Por primera vez, 27 comunidades religiosas entran en la prestigiosa lista de Soletes de la Guía Repsol gracias a sus productos artesanales, desde amarguillos a jabones. Lo cuenta María José Navarro en su Historia del Día

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

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Como cada día en Herrera en COPE, María José Navarro trae su Historia del Día. En esta ocasión se ha centrado en una novedad de la Guía Repsol. Y no estamos hablando de cocina sofisticada ni restaurantes contemporáneos. De hecho, más bien es todo lo contrario. Este año, y por primera vez, 27 comunidades religiosas han entrado en la prestigiosa lista de los Soletes que se publica antes de Navidad, un reconocimiento a la calidad de sus productos artesanos.

Una de las protagonistas es una religiosa de Sahagún, quien reconoce su sorpresa: "No sé lo que exactamente les ha gustado de todo lo que hacemos, lo que más les ha llamado la atención, porque hacemos varias cosas".

Entre sus elaboraciones se encuentran amarguillos, hojaldres leoneses, mantecadas, pastas de té, coquitos o polvorones. Estos productos pueden adquirirse en los propios conventos o a través de la web de la fundacioncontemplare.org, una organización de laicos que busca dar a conocer la riqueza de la vida contemplativa.

Fundación Contemplare

Imagen de recurso de dulces artesanales elaborados por una orden religiosa

El 'milagro' de la cosmética

Este año, además de los tradicionales dulces, mermeladas y caramelos, los cosméticos naturales se han convertido en el producto estrella. Una de las artífices de este éxito es sor Mariángeles, de las cistercienses de Armenteira, cuya crema de propóleo es descrita como "mano de santo".

He descubierto que tengo un alquimista interior que no me podía imaginar"

Sor Mariángeles

Religiosa del Monasterio de Armenteira

La religiosa confiesa que no tenía "ni idea de hacer jabones ni cosmética natural antes de venir al monasterio". Su vocación descubrió un talento oculto. "Es increíble las potencialidades que se desarrollan en el monasterio, que una no se imaginaba que tenía. He descubierto que tengo un alquimista interior que no me podía imaginar, y todo este mundo, pues, la verdad es que me encanta, estoy contentísima", ha explicado.

Fundación Contemplare

Crema de propóleos de sor Mariángeles, de las cistercienses de Armenteira

El proceso artesanal ha dado lugar a anécdotas curiosas, como cuando elaboraron un jabón que parecía gajos de naranja. "Una hermana fue a dar un recado y vio ahí unos gajos de naranja, y cogió uno y se lo comió", relata sor Mariángeles. La monja confundida solo comentó después: "Oye, esa naranja no sé, tenía un gusto un poco raro". Por suerte, la ingesta solo le provocó "una evacuación intestinal un poco más ligera de lo habitual".

Todo en el convento se elabora con tiempo, calma y dedicación, bajo la premisa de que "Dios está hasta en los pucheros". A través de la Fundación Contemplare, los clientes no solo adquieren productos de gran calidad, sino que también ayudan a estas comunidades a "seguir rezando por los demás" y a mantener su modo de vida contemplativa.

Fundación Contemplare

La presidenta de la Fundación Contemplare, Alejandra Salinas

La idea de la presidenta de la Fundación Contemplare, Alejandra Salinas, así como la de todo su equipo, como decimos, no es otra que la de ponerse "al servicio de la Iglesia", tal y como relatan ellos en su propia página web. El objetivo es dar a conocer "la riqueza de la vida contemplativa", así como ser "un lugar de encuentro para todas aquellas personas que sientan el deseo de formar parte de este proyecto".

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.